Mi vuelta a la vida de Lance Armstrong – Apuntes Breves

Este es la historia de un viaje de la tragedia a la transformación. Se trata del relato personal de Lance Armstrong, su infancia, sus primeros logros, el terror que sufrió al tener que enfrentarse a un cáncer de testículo que amenazaba con matarle, su recuperación, la victoria contra la enfermedad y, finalmente, cómo ganó el Tour de Francia de 1999 e hizo realidad su sueño de ser padre.

La victoria de Lance Armstrong en el Tour de Francia ha sido considerada «memorable en la historia del deporte de este siglo» según la revista Cycling.

Lance Armstrong fue campeón del Tour de Francia en 1999, después de superar un cáncer de testículos que estuvo a punto de acabar con su vida. Tras vencer a la enfermedad y convertirse en uno de los deportistas más admirados del mundo, creó una fundación dedicada a la lucha contra el cáncer. Armstrong no sólo ganó seis veces el Tour, sino que recibió el premio Príncipe de Asturias de los Deportes en el año 2000.

Algunas de las cosillas que aprendí leyendo este libro que no tienen porque ser ni ciertas ni falsas ni todo lo contrario:

• Los ciclistas tenemos que afeitarnos las piernas, porque así, cuando se te clava un poco de grava en la piel, si no tienes pelo la herida es más fácil de limpiar y vendar.
• Hay dos Lance Armstrong, uno anterior del cáncer y otro posterior.
• La verdad es que el cáncer es lo mejor que me ha pasado nunca.
• Cuando estaba enfermo fui testigo de más belleza, éxitos y verdades en un solo día de lo que había visto en cualquier carrera ciclista, pero se trataba de momentos humanos, no milagrosos.
• Tendría que haber sabido que algo no iba bien en mi interior, pero los atletas, sobre todo los ciclistas, son expertos en negarse cosas. Uno niega todos los dolores y molestias, porque tiene que hacerlo si quiere acabar la carrera.
• Lo principal que deben saber acerca de mi infancia es que nunca tuve un auténtico padre.
• Lo que en realidad crea a un atleta de gran resistencia física es la capacidad de ignorar el posible ridículo y sufrir sin quejarse.
• En mis primeros años me llamaban temerario, y es una etiqueta que siempre me ha seguido, quizás justificadamente.
• En mi primera carrera internacional hice todo aquello que mi entrenador me dijo que no hiciese.
• El ciclismo es un deporte complejo y muy politizado, que se basa en el equipo mucho más de lo que se imagina el espectador.
• En cualquier equipo, cada miembro tiene un trabajo, y es responsable de una parte específica de la carrera.
• Los corredores más lentos se denominan gregarios, porque se encargan del trabajo menos espectacular, el de tirar en beneficio de sus compañeros de equipo y de proteger al líder del grupo de los diversos peligros que surgen durante una carrera.
• El líder del equipo es el ciclista principal, el corredor con mayor capacidad de hacer un sprint para cruzar la meta a pesar de haber pedaleado durante 250 kilómetros.
• En el interior del pelotón pasa de todo: los corredores entran en contacto, los manillares y los codos o rodilla chocan, y está lleno de intrigas y conjuras entre los participantes de los distintos países.
• El ciclismo es un deporte que ridiculiza a la juventud en lugar de exaltarla.
• El ciclismo profesional iba a ser mucho más duro de lo que había imaginado.
• En una larga carrera por etapas uno puede permitirse ceder un poco para hacerse un amigo, a quien es posible que necesites más tarde. Cede un centímetro y hazte un amigo.
• En una cuesta pronunciada podía ahorrarme hasta un treinta por ciento de energía si pedaleaba detrás de un compañero, que tiraba de mí mientras yo me quedaba a rueda.
• Todo equipo necesita corredores con capacidad de esprintar, otros que sean buenos escaladores y otros dispuestos a hacer el trabajo sucio.
• Una carrera no la gana nadie solo.
• El objetivo en ciclismo es generar la máxima velocidad con el menor esfuerzo posible.
• Para ganar el Tour de Francia tendría que hallar el modo de perder peso sin perder energía.
• Yo tenía la reputación de ser un buen corredor en pruebas de un día.
• Podía alcanzar un umbral del dolor que nadie más querría experimentar, y por ganar una carrera era capaz de arrancarle la cabeza a quien fuera.
• El Tour de Francia ofrece al corredor todo lo que pueda concebir: frío, montañas, llanuras, baches, ruedas pinchadas, vientos fuertes, tremenda mala suerte, una belleza inconcebible, un agotamiento que obnubila y, sobre todo, una tremenda oportunidad para aprender acerca de uno mismo. Te prueba físicamente, mentalmente, e incluso moralmente.
• Algunos pacientes de quimioterapia recuperan su virilidad y otros no.
• Mientras crecía había desarrollado cierta desconfianza por las religiones organizadas.
• Creía en la fe por el valor que ésta tenía en sí misma.
• Somos mucho más fuertes de lo que imaginamos, y la capacidad de creer es una de las características más valientes y perdurables del ser humano.
• Sin fe no nos quedaría nada excepto la sensación cotidiana de un destino aplastante. Y eso derrota a cualquiera.
• Todos los síntomas que la gente suele asociar con el cáncer, como la pérdida del cabello, la palidez enfermiza o el decaimiento, son en realidad los efectos secundarios del tratamiento.
• El sillín es estrecho, adaptado a la anatomía humana, y el motivo es que cuando uno pasa seis horas sentado en él no quiere nada le entorpezca el movimiento de las piernas.
• La quimioterapia funciona o no funciona. Si funciona, el paciente lleva una vida normal, libre de cáncer. Si no funciona, y el cáncer vuelve, por lo general el paciente muere en tres o cuatro meses.
• Hay demasiados atletas que viven como si los problemas del mundo no les importasen, tan aislados como estamos por el dinero y por nuestra perspectiva estrecha, por nuestro elitismo.
• El dopaje es una desagradable realidad en el mundo del ciclismo, o en cualquier otro deporte que exija resistencia.
• Después de la quimioterapia, introducir más sustancias extrañas en mi cuerpo me resultaba especialmente repulsivo.
• ¿Cómo podía alguien pensar, aunque fuera por un segundo, que el tratamiento contra el cáncer me podía ayudar a ganar?
• Puedo afirmar categóricamente que no tomo drogas.
• Preferiría ser un superviviente del cáncer que no el ganador del Tour, y lo prefiero por lo que ha hecho por mí como ser humano, como hombre, como marido, como hijo y como padre.
• Le pregunté al doctor Nichols cuáles habían sido de verdad mis probabilidades. Cuando bajé a tres por ciento asintió.

Enlaces relacionados:

• Linkara.
• El Mundo.
• Bloggers: 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7.
• Amazon.

Ameno libro sobre aparentemente una persona con una fuerza de voluntad fuera de serie. FYI, este libro termina con su primera victoria en el Tour.

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