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En busca de nuestras huellas de Hans Küng – Apuntes Breves

Posted by Raul Barral Tamayo en martes, 26 de enero, 2016


Título original: Spurensuche. Die Weltreligionen Auf dem Weg.
© 1999, Hans Küng
© 2004, Carmen Gauger, por la traducción
Editorial: Debate.

Hans Küng, uno de los teólogos más admirados y polémicos de nuestro tiempo, invita a los lectores a conocer mejor el misterioso mundo, tan complejo como fascinante, de las religiones universales. Desde las consideradas primitivas -con sus valores y riquezas- hasta el hinduismo y el budismo, pasando por las creencias de ori gen chino como el confucianismo y el taoísmo, hasta describir las tres grandes religiones monoteístas originadas en Oriente Próximo: judaísmo, cristianismo e islam.

A partir de conocimientos aportados por diversas disciplinas, el profesor Küng rescata el sustrato ético y espiritual presente en todas las religiones con el fin de iluminar su interior y rescatarlas del tradicional sectarismo con que se juzgan, con demasiada frecuencia, unas a otras. Para ello se sirve de un humanismo de carácter universal que no ahorra, sin embargo, una mirada crítica sobre los aspectos negativos y demasiado comunes, por desgracia, en el devenir histórico de la humanidad tales como la intolerancia, la prepotencia o el etnocentrismo.

Como teólogo católico da buena fe de ello, no solo en el análisis ecuménico y progresista que hace de las religiones cristianas, sino también en su respeto, admiración y reconocimiento de otras religiones, incluso de aquellas incipientes consideradas, peyorativamente, como simple magia.

Un libro humanista, intercultural, espiritual, conciliador, formativo, idealista, positivo y necesario que lleva al lector desde Ayer’s Rock a Roma, de una sinagoga de Nueva York a un monasterio tibetano o de Confucio a Mahoma en un viaje reflexivo en busca de las huellas espirituales de nuestro mundo, de su potencial ético y del mensaje universal de paz, el denominador común de todas las creencias humanas.

Algunas de las cosillas que aprendí leyendo este libro que no tienen porque ser ni ciertas ni falsas ni todo lo contrario:

  • Con este libro le invito a conocer mejor, mediante el texto y la imagen, el tan heterogéneo como fascinante y misterioso mundo de las grandes religiones. El libro contiene lo que hoy debería saber todo hombre y toda mujer que quiere opinar con cierto conocimiento de causa sobre el acontecer actual.
  • En nuestro planeta se pueden distinguir tres grandes sistemas de corrientes religiosas:
    • Las religiones de India: hinduismo y budismo.
    • Las religiones originarias de China: confucianismo y taoísmo.
    • Las religiones originarias de Oriente Próximo: judaísmo, cristianismo e islam.
  • Todas las grandes religiones no solo han experimentado un desarrollo orgánico sino cambios bruscos, crisis y remodelaciones: varios trascendentales cambios de paradigma.
  • Todas las religiones son al mismo tiempo mensaje de salvación y camino de salvación.
  • Todas las religiones aportan una visión de la vida, una actitud ante la vida y una forma de vida basadas en la fe.
  • La meta de un entendimiento a nivel mundial entre las religiones no puede ni debe ser una religión universal unitaria.
  • La meta de un entendimiento interreligioso a nivel mundial ha de ser una ética común a la humanidad, una ética que sin embargo no ha de sustituir a la religión. La ética solo es y seguirá siendo una dimensión dentro de cada religión y entre las distintas religiones.
  • No hay paz entre las naciones sin paz entre las religiones. No hay paz entre las religiones sin diálogo entre las religiones. No hay diálogo entre las religiones sin normas globales éticas. No hay supervivencia de nuestro globo sin una ética global, sin una ética universal.
  • En todas las religiones hay cambios súbitos y trascendentales en los que una completa cosmovisión se ve sustituida por nuevas y revolucionarias formas de pensar.
  • Hace falta algo distinto, no hace falta ni un anquilosamiento ni una pérdida de contenido, sino una renovación de la religión. Hay combatir sus lados negativos.
  • Hoy no es lo importante la unidad de todas las religiones. Lo importante es la paz entre las religiones, una condición esencial para la paz entre las naciones.
  • La religión popular satisface hondas necesidades religiosas emocionales del hombre y no solo la necesidad de riquezas, salud y larga vida.
  • Hay supertición cuajndo atribuyo virtud y poder divinos a algo terrenal-relativo, es decir, cuando convierto en dios a una persona humana, cuando hago depender la dicha o la desdicha de una cosa, de un amuleto o de una imagen.
  • Todas las religiones se encuentran hoy en un conflicto de fondo entre la tradición y la innovación.
  • Hay violencia en todas las religiones. Pero la hay sobre todo en las religiones proféticas, que están orientadas hacia fuera, que son activas, combativas, misioneras. Y hay violencia sobre todo en el islam.
  • Religiones tribales.
    • No hablemos de pueblos y civilizaciones primitivas. Hablemos de civilizaciones tribales. Porque la cosmovisión de esos pueblos, su concepto del mundo, su lengua y su organización no son primitivos como creemos nosotros. Todo es solamente más primigenio.
    • El «primitivo» hombre de Neanderthal tenía una civilización asombrosamente avanzada: enterraba a sus muertos, cuidaba a los viejos y a los enfermos y disponía, con toda probabilidad, de una lengua completamente desarrollada.
    • Los aborígines de Australia han sido siempre como un campo de pruebas en el ámbito de la historia de las religiones.
    • No es posible encontrar una «religión originaria» empíricamente. Los pueblos tribales de la actualidad, con una historia cultural larga aunque no escrita, no son los «pueblos originarios» por excelencia.
    • Ningún texto sagrado contiene información histórica sobre el principio del mundo, del hombre, de la religión, sobre un «pueblo originario».
    • Seguramente el mejor experto en tribus centroaustralianas es el profesor T. G. H. Strehlow.
    • Los «pueblos primitivos» no han recibido tablas de la ley, con un mandamiento como el de «no hurtarás» pero tienen un sentido de la reciprocidad, justicia, generosidad.
      • No tienen un mandamiento como el de «no matarás», pero sí un profundo respeto a la vida.
      • No conocen el mandamiento de «no fornicarás», pero sí determinadas reglas para la cohabitación de los sexos.
      • No conocen el mandamiento divino de «honra a tu padre y a tu madre», pero profesan un gran respeto a los ancianos.
    • La mayoría de los investigadores están convencidos de que el Homo sapiens procede del África tropical-subtropical, cálida y rica en animales de caza, muy probablemente de la zona tectónica, al norte del Zambeze. África es, pues, el lugar de origen de todos nosotros.
    • África negra es, con sus 750 millones de habitantes, y pese a sus inmensos problemas, un continente con futuro, un continente que solo está esperando desarrollo e inversiones.
  • Hinduismo.
    • Originariamente, «hindú» e «indio» eran lo mismo. Porque los griegos, que habían llegado al valle del Indo en la campaña de Alejandro Magno (en 326 a.C.), llamaron a los que vivían junto a ese río sencillamente «indios».
    • Es más fácil explicar quién no es hindú. Así es como sortea el escollo la legislación india. Hindú es el indio que no es mulsulmán (11%, 110 millones), ni cristiano (2,4%, 20 millones), ni judío (se desconoce número exacto). En rigor, habría que añadir: tampoco sij (2%), ni jainí (0.5%), ni budista (0.7%). son hindúes unas cuatro quintas partes de la totalidad de los indios.
    • Apenas hay sociedad tan perfectamente estructurada como la india. Cada persona podría decir en ese país inmediatamente y con exactitud cuál es su lugar en la sociedad, cuál es su posición social. Esta viene determinada ante todo por la casta.
    • Los indios no llamaban a las cuatro capas sociales «estados» sino varnas, lo que originariamente significa «colores».
    • Un precepto especialmente grave es la prohibición a las castas inferiores de estudiar los escritos sagrados indios, los «Vedas».
    • La religión, la literatura y el arte indios se complacen con toda naturalidad, desde los comienzos, en la sensualidad, la corporeidad y la sexualidad. No hay inhibiciones en cuanto a la representación de los encantos femeninos y de la desnudez femenina.
    • ¿Es pornografía o simple ilustración de aquel antiguo manual de erotismo indio, del Kamasutra?
    • Para la mayoría de los indios, las abstractas especulacion es filosóficas han tenido en todos los tiempos escasa importancia. Por eso, las grandes concepciones religiosas de los Upanisad apenas accedieron a la práctica religiosa cotidiana de la gente sencilla.
    • Muchos tachan a los hindúes de politeístas. Si se entiende por «dios» a todos los seres divinos que venera una persona mediante invocaciones, oraciones, himnos, mediante ofrendas, entonces muchos cristianos creen también de hecho en varios «dioses». Pero ellos llaman a esos seres «santos», «ángeles», «madre de Dios», o como quiera que se llame. Los indios los llaman «devas», dioses de menor categoría.
    • En lo religioso reina gran libertad, siempre que se observen las complejas reglas de las castas, pero también una confusión en ocasiones muy arbitraria.
    • Las malas obras llevan a la reencarnación en una existencia peor: en una casta inferior, como animal o en el infierno. Las buenas obras llevan a la reencarnación en una existencia mejor: en una casta superior, o incluso como brahmán o príncipe. La meta última es, sin embargo, salir para siempre del ciclo de las reencarnaciones, del samsara.
    • Por lo general los hindúes podían celebrar sin impedimentos sus múltiples ritos, pujas, ya fuese en el templo o, con más frecuencia aún, en la familia, pero raras veces en grandos actos de culto para toda una comunidad, como es usual en el islam.
    • Un problema central de India no pudieron resolverlo ni los 200 años de gobierno colonial británico ni el gobierno democrático del medio siglo pasado: la pobreza, que sigue siendo aterradora, y, unido a ella, el analfabetismo y el fatalismo de las masas.
    • Desgraciadamente, India apenas dispone hoy de personalidades relevantes espirituales del formato del poeta Rabindranath Tagore, de los filósofos religiosos Sri Aurobindo o Radakrishnan o de aquel reformador social y apasionado buscador de la verdad que fue Mahatma Gandhi.
  • Religión china.
    • No poder estar en comunicación con los antepasados ha sido y sigue siendo para muchos chinos la razón principal por la que no se convirtieron al cristianismo.
    • Los entierros chinos son fiestas familiares.
    • Los llamados «valores asiáticos»:
      • La comunidad tiene prioridad frente al individuo.
      • Pero la comunidad respeta y protege al individuo.
      • La familia es la piedra angular de la sociedad.
      • Hay que solucionar los problemas mediante el consenso, no mediante la confrontación.
      • Hay que fomentar la armonía étnico-religiosa.
    • Para Sun Yatsen, el fundador de la China republicana, la nación china consta de manchúes, mongoles, tibetanos, musulmanes y naturalmente los Han.
    • El budismo es la única religión que llegó a China del exterior, siendo hasta hoy, con el confucianismo y el taoísmo, una de las tres religiones chinas.
  • Budismo.
    • a¿Por qué se practica el tiro de arco? Para ejercitar el espíritu, para adquirir una conciencia clara, luminosa. Se trata de examinarse a sí mismo, de calmar el propio cuerpo, las emociones, el espíritu, de poner atención en todo lo que se hace, se dice, se piensa.
    • El budismo no es en absoluto una filosofía: no ofrece una explicación del mundo. Es una religión, es doctrina de salvación y camino de salvación.
    • Los cristianos suelen entenderlo mal: el mensaje del Buda no es pesisimista ni resignativo, no quiere consolar con el más allá. Quiere mostrar un camino aquí, en este mundo, en la vida cotidiana.
    • Cuatro nobles verdades existenciales:
      • ¿Qué es el sufrimiento? La vida misma es sufrimiento: nacimiento, trabajo, separación, vejez, enfermedad, muerte.
      • ¿Cómo surge el sufrimiento? Por ansia de vida, por aferrarse a las cosas, por codicia, odio y obcecación.
      • ¿Cómo puede ser superado el sufrimento? Renunciando al deseo.
      • ¿Por qué camino ha de alcanzarse esto? Por el camino del término medio: ni ansia de placeres ni automortificación.
    • Los cinco mandamientos especiales para los monjes novicios:
      • Comer sólo una vez al día.
      • Huir de las diversiones (baile, fiestas).
      • No usar adornos ni perfumes (pomadas).
      • No usar camas ni sillas lujosas.
      • No tener dinero para uno mismo.
  • Judaísmo.
    • Los judíos estadounidenses no piensan en un «regreso» a Israel. Casi todos ellos se sienten, política y culturalmente, estadounidenses, no «israelíes extranjeros».
    • Según la concepción ortodoxa, es judío quien ha nacido de madre judía o se ha convertido al judaísmo.
    • Se sabe que Hitler y sus cómplices no bastan por sí solos para explicar aquel catastrófico acontecimiento. Eso no habría sido posible sin la inhibición, la tolerancia, la colaboración de las élites más destacadas de la burocracia, del ejército, de la economía y, desgraciadamente, también de las dos iglesias cristianas.
  • Cristianismo.
    • Es el emperador Constantino quien a principios del siglo IV, tras períodos de durísima represión y persecución por parte del Estado, lleva a cabo el ya inevitable cambio político. El emperador, y solo el emperador, convoca, dirige y aprueba los concilios ecuménicos que fijan las normas de la fe correcta, de la ortodoxia; en aquel entonces no se habla de un «papa» ni siquiera en la antigua Roma.
    • En todo el Nuevo Testamento no se lee nada sobre Pedro en Roma, y no hay ni la menor alusión a un «sucesor» específico de Pedro. Ni el Nuevo Testamento ni las fuentes posneotestamentarias más antiguas hablan de un obispo en Roma.
    • Desde que el gobierno del imperio se traslada a Constantinopla, los obispos de Roma aprovechan el vacío de poder en Occidente y se atribuyen cada vez más poder.
    • La Iglesia católica, tal como se nos presenta hoy, sol oexiste desde la Alta Edad Media.
  • Islam.
    • Ningún signo exterior separa a los clérigos de los laicos, ningún drama litúrgico separa lo sacral y lo profano, ningún misterio separa a los iniciados de los ignorantes. En principio, todo musulmán puede dirigir los rezos, hacer de imán.
    • El Corán se trata de un libro. El Corán no es como la Biblia hebrea una colección de textos muy contradictorios, que en un primer momento parecen no tener en común denominador.
    • El islamn es, por excelencia, una religión del libro.
    • Divergencias en cuanto a la auténtica sucesión del profeta fueron la causa de la primera guerra civil entre musulmanes, causa incluso de la crisis del paradigma de la comunidad primitiva y de la escisión, que dura hasta hoy, de la umma en tres «facciones»:
      • la facción sunni: pertenece a ella la gran mayoría de los musulmanes; los sunníes aceptan la «sunna» y a los cuatro califas «bien guiados».
      • la facción chií: el «partido» (shia) de Ali, primo y yerno de Muhammad; Ali fue asesinado y su partido reúne hasta hoy una minoría musulmana que vive en Irán, Irak y Líbano y reconoce solo a Ali como sucesor legítimo del profeta.
      • los jariyíes, los «disidentes», que solo aceptan como sucesor al mejor musulmán, sin tener en cuenta su pertenencia a tribu o familia alguna.
    • En árabe, «pobre» se dice faquir, en persa, darwesh, términos que han dado las palabras españolas faquir y derviche.

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