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Biografía de El Corte Inglés de Javier Cuartas – Apuntes Breves

Posted by Raul Barral Tamayo en viernes, 3 de junio, 2011


La historia «prohibida» de «El Corte Inglés».

Este libro es distinto desde su origen. Su autor, JAVIER CUARTAS, investigó durante diez años los orígenes y la historia de una de las empresas privadas españolas más populares y prestigiosas, los almacenes «El Corte Inglés».

Del libro se imprimieron veinte mil ejemplares, publicados por una prestigiosa edi­torial, pero, misteriosamente y por razones no aclaradas, nunca Ilegaron a las librerías. Los lectores no pudieron comprarlo libremente.

Ahora Libros Límite te ofrece esta posibilidad. Conocer la verdadera historia de Pepín Fernández (Galerías Preciados) y Ramón Areces (El Corte inglés). El libro re­construye su historia, su amistad, sus enfrentamientos y finalmente, las pugnas mantenidas por las personas que les han sucedido al frente de los grandes almace­nes más importantes de España.

¿Cómo consigue un humilde empresario poner en pie una empresa que hoy es la tercera más importante de España, con una facturación en 1991 de 956.000 millo­nes de pesetas, y unos beneficios de más de 38.000 millones de pesetas? En estas páginas descubrirá también, por primera vez, los interiores de la más enigmática e impenetrable de las organizaciones empresariales españolas.

Su funcionamiento, estrategia, vínculos y el severa régimen disciplinario entre sus trabajadores. Y tam­bién las conexiones con el inmenso y a la vez oculto grupo empresarial que domina (Hipercor, Viajes El Corte Inglés, Informática El Corte Inglés, Centro de Seguros, Editorial Centro de Estudios Ramón Areces, Seguros El Corte Inglés, Institub de Estudios Profesionales, Centro de Estudios Universitarios Ramón Areces…).

Pero este libro no es sólo la historia de una empresa. Nos permite también conocer con rigor la historia económica y social de España durante los últimos cincuenta años.

Javier Cuartas (Asturias, 25.12.1959) es redactor de Economía del diario «La Nueva España», de Oviedo, y corresponsal en Asturias del periódico «El País«.

Algunas de las cosillas que aprendí leyendo este libro que no tienen porque ser ni ciertas ni falsas ni todo lo contrario:

  • Este trabajo, más que la biografía de una sola empresa, como parece desprenderse del título, ha querido ser, y es de hecho, la de dos emporios empresariales (El Corte Inglés y Galerías Preciados), al tiempo que el retrato de la dinastía de campesinos emigrantes que alentó ambas realizaciones mercantiles.
  • No hay prácticamente un solo aspecto de esta insólita historia sobre el que no se hayan vertido versiones dispares, excluyentes entre sí y con frecuencia alejadas de la realidad.
  • Sin el conocimiento de los almacenes El Encanto de La Habana (1888) difícilmente se podrá entender el desarrollo y evolución posteriores de las dos mayores compañías españolas de grandes almacenes.
  • No tienen un origen ciudadano, sino rural. Tienen sus orígenes no en la opulencia, sino en la escasez. Sus raíces se hunden en una sociedad campesina, en la Asturias de finales del siglo XIX.
  • El Corte Inglés parece estar llamado a entronizar definitivamente la cultura de la «meritocracia» que ha caracterizado a la compañía desde su origen, relegando cada vez más, en lo sucesivo, los vínculos de consanguinidad en favor de los de identificación con los valores y los objetivos de la empresa.
  • En la emigración, el pariente sirve de apoyatura, pero no de sostén.
  • Los asturianos poseían una extraordinaria relevancia social en Cuba y dominaban los sectores del comercio y del tabaco muy particularmente. La pérdida de Cuba no va a significar un grave quebranto para los intereses asturianos en la isla.
  • La filosofía del negocio aquellos almacenes de El Encanto estaba fundamentada desde sus inicios en el estímulo de los trabajadores y su promoción personal, la participación en el capital de los más adictos y leales a la casa, el clima de paternalismo, la formación del individuo a expensas de la empresa, la exigencia de una identificación plena y absoluta del empleado con el establecimiento en que presta sus servicios, la exlusión en lo posible de toda actividad sindical y reivindicativa, la exigencia de una entrega sin reservas del trabajador, la contratación de parientes de empleados con fidelidad contrastada, la reinversión permanente de los beneficios, el concepto de servicio al público, el uso novedoso de la publicidad y las promociones, …
  • Se logra así que el trabajador vele por los intereses de la compañía con el mismo desvelo que el propietario y que atienda el establecimiento como si fuese propio. A la vez, se estimula por ese medio el afán de superación de los recién incorporados.
  • Para hacer fortuna, en El Encanto como en el resto de los comercios de la isla, no había posibilidad alguna de acumular un cierto capital si no era ascendiendo a la condición de empleado adelantado, interesado o, en el mejor de los casos, socio industrial y gerente de la compañía.
  • Valentín Andrés Álvarez: «Los asturianos son los creadores del gran comercio de Cuba, de la gran industria de México y de otras muchas y poderosas empresas ultramarinas».
  • Del mismo modo que será característico de El Encanto durante toda su historia, y luego de Galerías Preciados y de El Corte Inglés durante sus primeras décadas de existencia, uno desconoce por completo, cuando se incorpora a la tienda, cuál es su verdadero salario en la casa. Sabe tan sólo que el propietario decide la cuantía a la que tiene derecho y que tales emolumentos quedan en la caja del propio negocio, a disposición del dueño, quien le liquidará sus haberes al término del ejercicio o en el momento en que abandone el establecimiento, y siempre por un importe conforme exclusivamente con la percepción unilateral del patrón, en virtud de los méritos que, siempre a juicio de éste, haya contraído el empleado, de acuerdo con su entrega y abnegación en el trabajo.
  • Si El Encanto pertenece a alguna escuela, es a la americana antes que a la europea, aun cuando el origen histórico del gran almacén haya que situarlo en París y no en Nueva York.
  • El gran almacén había nacido en Francia, concebido como la agrupación, bajo un mismo techo, de un considerable número de departamentos distintos, cada uno de ellos conceptuado y gestionado como si de una tienda especializada y autónoma se tratara, aunque inevitablemente coordinada con las restantes. El gran almacén presupone el precio fijo y la supresión del regateo.
  • A Aristide Boucicaut, un tendero parisino de tejidos, se le considera el pionero de esta fórmula comercial cuando abrió en París, en 1852, el Bon Marché.
  • El gran almacén nace a partir del apogeo de la revolución industrial.
  • Sederías Carretas S. L. se constituyó el 8 de septiembre de 1934, un mes antes de la apertura del establecimiento. Es la misma sociedad que el 10 de marzo de 1955 modificará su denominación por la definitiva de Galerías Preciados.
  • La esposa de Pepín le insiste a su marido para que no asuma en solitario la totalidad de la inversión aconsejándole dé participación a César con la finalidad de asumir un menor riesgo personal.
  • La soga siempre se rompe por la parte más débil.
  • Pepín recibiío a Ramón Areces, pero no accedió a darle empleo. Pepín no era proclive a rodearse en su negocio de parientes que pudieran mediatizar una gestión que pretendía ser igual de exigente para con todos sus empleados.
  • Pepín, que se había comprometido a dar empleo a Ramón Areces como jefe de sección de caballeros y niños de sus futuros almacenes de la calle Preciados si antes no le encontraba un pequeño negocio donde ocuparlo, se apresura a comunicar a César la conveniencia de que adquiera en traspaso la veterana sastrería El Corte Inglés que ocupa el bajo comercial de la casa en aquella privilegiada esquina que forman las calles de Preciados, Rompelanzas y Carmen.
  • El dinero republicano carecerá de validez tras la guerra civil, y lo más seguro era invertirlo en mercancía.
  • En 1946 se consuma la ruptura definitiva entre ambos negocios, con las desvinculación del socio común (César formaba parte de las dos empresas y había ofrecido una participación en El Corte Inglés a Pepín Fernández, que éste nunca llegó a aceptar).
  • El distanciamiento entre Pepín y César no impidió que en los años posteriores mantuvieran contactos y muestras de afecto. Entre Pepín Fernández y Ramón Areces se mantuvo la ficción de cara al público, de una perfecta sintonía entre ambos, cuanto lo cierto era que no se toleraban. Pepín menospreciaba a Areces, al que tampoco reconocía mayores méritos profesionales.
  • Arrebatarse personal entre dos grandes almacenes o la disidencia de algún empleado que se independiza y acaba constituyendo el suyo propio, forma parte de la más genuina tradición de este tipo de establecimientos.
  • El autoabastecimiento es una tentación muy propia del gran almacén.
  • El Corte Inglés mantiene a lo largo de su historia un marcado desarrollo de integración en vertical (nutriéndose en lo posible de sí mismo para abastecer algunas de sus necesidades, aun cuando cada una de esas sociedades vinculadas busquen sus propios mercados, al margen del interno que el grupo le ofrece).
  • Los grandes almacenes adquirirán en España, durante los años sesenta, su más espectacular desarrollo, coincidiendo con la instauración de una cierta mesocracia y el nacimiento, ya irreversible, de un consumismo del que ellos mismos habían sido impulsores interesados.
  • Pasdermadjian: «La gran mayoría de los grandes almacenes se desarrollan sobre la base de la tienda especializada (en la mayoría de los casos, de tejidos, pero algunas veces de oros ramos, por ejemplo, Harrods, que empezó como droguería; Lewis, que se inició como una tienda de ropa de niños y jóvenes; Wanamaker, que comenzcó como tienda para caballeros) y que extendían sus actividades a otros ramos, tomando de este modo la configuración de gran almacén».
  • Instauran las cuentas parabancarias para sus empleados, a modo de depósitos remunerados que le permiten a la empresa contar con unos recursos ajenos seguros y a más bajo costo que los del mercado financiero.
  • Las primeras camisas confeccionadas no se fabrican hasta los años sesenta.
  • Pepín siempre se atribuyó haber sido un adelantado de las modernas técnicas publicitarias.
  • El triunfo de la revolución castrista precipitará el retorno a España del presidente y principal accionista de El Corte Inglés. César Rodríguez González. Con él salen también de Cuba sus ingentes capitales.
  • Sobre la fortuna de César Rodríguez se han vertido muchas versiones, siempre en voz baja, dad la proverbial discreción del acaudalado indiano y, aunque imprecisas, coincidentes en un denominador común: su extraordinaria magnitud.
  • César Rodríguez y Ramón Areces dieron acogida a muchos exiliados cubanos, bien de modo temporal o integrándolos con carácter indefinido en la compañía. Otro tanto ocurría en Galerías Preciados. Los antiguos trabajadores de El Encanto o de otros comercios de la competencia que se exiliaban a España, encontraban todo tipo de facilidades para colocarse en ambas empresas.
  • César le encargó a Pepín en 1934 negociar la compra de una «tiendina» para Ramón.
  • En 1962 El Corte Inglés va a imponer una táctica insoportable, a largo plazo, para su competidor. Si Galerías había desarrollado hasta entonces la vertebración de una cadena nacional a pasos cortos y rápidos, El Corte Inglés lo hará de modo más pausado y medido, pero con concienzudas y gigantescas zancadas.
  • El Corte Inglés no aceptará ninguna ubicación que no sea privilegiada y céntrica, y en amplios solares de las principales arterias de la ciudad.
  • El Corte Inglés va, en suma, a lo grande, con unas disponibilidades financieras que nunca Pepín fue capaz de explicarse, acaso porque se resistiera a aceptar la supremacía capitalista de César.
  • En la mentalidad de César Rodríguez «en un negocio tienes que ser tú mismo el dueño».
  • A diferencia de El Corte Inglés, Galerías Preciados carecía de recursos propios suficientes para implantar en Barcelona un gran local.
  • La desaparición del acaudalado empresario y financiero César Rodríguez (1966) va a marcar el inicio de un nuevo período en la vida del grupo El Corte Inglés, caracterizado por una concentración extraordinaria de recursos y por un crecimiento desmesurado, que rompe con la trayectoria seguida hasta 1962 por la empresa. Se instaura a partir de ese momento un modelo de desarrollo vertiginoso, con la creación de grandes centros comerciales (casi uno al año entre 1968 y 1975), constitución de nuevas filiales o vinculadas, ampliación de instalaciones de apoyo pero también productivas …, todo lo cual le hará ya inalcanzable por la competencia.
  • A partir de su ascenso a la presidencia del grupo, empezará Ramón Areces a sumir un mayor protagonismo social, del que hasta entonces prácticamente había carecido. Su relieve y conocmiento público como hombre de empresa crecerá en paralelo al meteórico desarrollo que va a experimentar El Corte Inglés después de la muerte de su fundador, hasta el punto que la notoriedad del nuevo presidente acabará por borrar en muy poco tiempo la figura de César Rodríguez, sobre la que apenas habrá nuevas menciones o referencias públicas, al extremo de desaparecer totalmente de cualquier reseña histórica.
  • Principio de no confiar a terceros aquello que pudiera ser acometido por la propia empresa. Todo negocio debe evitar en lo posible que «se derramen» hacia terceros recursos que puedan ser retenidos por la compañia mediante el desarrollo por si misma de la actividad o la prestación del servicio que se necesita, siempre que ello sea asumible con esfuerzo y capacidad propios.
  • No hay mayor enemigo de un pretendido «gran almacén» que una apariencia de pequeñez y poquedad, porque aquel y éste son términos excluyentes.
  • Un negocio (el gran almacén) cuyo margen de beneficios nunca superó, a lo largo de su historia, el 5% sobre ventas, ni aún en sus etapas más boyantes.
  • La impetuosa progresión de El Corte Inglés era ya inalcanzable para Galerías. La cadencia y el tamaño de las inversiones no le dejaban respirar a su rival.
  • La expropiación de Rumasa por el Patrimonio del Estado, que pasa a hacerse cargo de Galerías Preciados y de las demás sociedades y bancos del grupo, afecta a la totalidad de las acciones de la sociedad.
  • Las acciones de Galerías Preciados propiedad de los 20.000 socios minoritarios fueron valoradas por el Gobierno en cero pesetas el 30 de junio de 1985.
  • Ramón Areces: «No trabajes, si puedes, con los bancos, porque si les pides dinero, estarás trabajando para ellos. Intenta mantenerte alejado de ellos. Es un consejo personal».
  • No hay saltos en el vacío en El Corte Inglés. Cuando esta empresa fundada por tenderos se convierte en la primera industria de capital español en la fabricación de ordenadores y de otros productos informáticos, ello no es fruto del azar o del capricho. El proceso tiene una secuencia perfectamente concatenada.
  • La iniciativa de la gran estrategia de diversificación de los últimos años se atribuye no tanto a Ramón Areces como a Isidoro Álvarez.
  • El Corte Inglés fue capital en la formación de la patronal española, contribuyendo al nacimiento de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) de modo «significativo», según expresión del presidente de los empresarios, José María Cuevas.
  • Algunos de los emplazamientos de El Corte Inglés no han estado exentos de polémica.
  • La Fundación Ramón Areces se constituyó en 1976 con la finalidad expresa de ser la beneficiaria de la incalculable fortuna personal de su fundador y patrono. Con ello, su promotor no pretendía sino preservar, después de su muerte, la integridad de tan importante patrimonio, que de otro modo, y al carecer Areces de descendencia directa, hubiera sufrido un fuerte gravamen impositivo por el Estado.
  • Desde 1978 las fundaciones han ido perdiendo en España ventajas y estímulso fiscales.
  • Ramón Areces: «No creo en la herencia, lo hubiese hecho igual aunque hubieses tenido hijos, por que no creo en la herencia, me parece inmoral, injusta y un criadero de señoritos».
  • Sentencia muy común en Cuba: «Padre bodeguero, hijo caballero, nieto pordiosero».
  • La existencia de un único presidente al frente del grupo empresarial y de la fundación permite a esta última cumplir con mayor eficacia su función de preservar la integridad de las compañías y evitar su disgregación, al propio tiempo que garantiza una conformidad y armonía de criterios entre la cúpula de las empresas y la de su primer grupo accionarial.
  • Pepín Fernández: «Obrar bien siempre es rentable».
  • La práctica de la generosidad y el altruismo ha estado ligada muy comúnmente a la búsqueda de notoriedad y crédito.
  • Isidoro Álvarez, de estado civil soltero, como ya ocurrió en el caso de sus dos antecesores, y sin descendencia directa carece hasta el momento de un heredero o «delfín» predeterminado, a diferencia de sus antecesores.
  • Que la propieda de El Corte Inglés está llamada a ser controlada en el futuro por su equipo directivo no debe sorprender.
  • Ramón Areces: «Mire, la amistad es lo más importante. A los amigos se los escoge; a la familia se la colocan a uno».
  • Ramón Areces falleció a los 84 años, el domingo 30 de julio de 1989.
  • A Ramón Areces se le recordará siempre con su irrenunciable pañuelo blanco asomando con empeño del bosillo superior de la chaqueta, la mirada incisiva, el gesto severo, una actitud resuelta y decidida, una gran seguridad en sí mismo y un talante de permanente autoridad que contrastaba con su breve estatura.
  • Isidoro Álvarez: «Todos los puestos directivos, hasta los más altos, se cubren con personal de la casa».
  • La austeridad en el vestir no es sino la manifestación anecdótica de una manera de actuar propia de la casa, caracterizada por la pretensión fundamental de pasar inadvertidos.
  • La institución del sobrino (Ramón Areces lo era de César Rodríguez, e Isidoro, hijo de un primo carnal de Areces, ha sido citado siempre como el «sobrino» de este último) ha tenido un gran arraigo en la tradición del comercio en Cuba, donde, antes de la revolución castrista, eran frecuentes los negocios que respondían a la razón social de «Sobrinos de Abascal», «Sobrinos de Nazabal» o «Sobrinos de Pedro Alonso», por citar sólo algunos ejemplos.
  • En ocasiones esto obedecía a que el emigrante asturiano se casaba muy frecuentemente a edad avanzada o incluso aguardaba para hacerlo a su regreso triunfante a Asturias, en la esperanza de un retorno pronto y afortunado, que no siempre ocurría.
  • A la actual edad de Isidoro Álvarez, 55 años, tanto César Rodríguez como Ramón Areces contaban ya con un candidatos claro a sucederles.
  • Mucho se ha escrito sobre la supuesta influencia y marcado carácter japonés de la cultura empresarial de El Corte Inglés.
  • «Del apellido no vive nadie» era norma conocida en El Corte Inglés y en Galerías Preciados.
  • Ramón Areces: «La empresa debe ser de los que más luchan por ella».
  • Isidoro Álvarez: «Todo el personal que hoy tiene responsabilidades de mando en El Corte Inglés, ha empezado en la empresa en puestos inferiores y ha ido promocionándose dentro de ella».
  • Estaba ya plasmado, enunciado y aplicado en El Encanto: «Es regla inmutable en este establecimiento desde su fundación, el no reparar en sacrificio alguno por complacer al comprador y dejarle plenamente satisfecho».
  • Pepín: «La falta de atención de uno de los empleados, por insignificante que sea, nulifica por completo el esfuerzo de los otros».
  • «Ya es primavera en El Corte Inglés» tomado del «Ya es primavera en El Encanto».
  • La tarjeta de compras de El Encanto tenía crédito y prestigio en Cuba, al extremo de que en muchos comercios ajenos a aquellos grandes almacenes se consideraba que su titular era persona con solvencia segura.
  • Los ahorros acumulados por el empleado y depositados en la propia empresa son disponibles en su integridad, y en cualquier momento, por el titular de la cuenta, pero ha sido tradicional que una retirada de fondos repentina o progresiva no fuera del agrado de la dirección, lo que constituye un importante condicionante para el impositor.
  • Galerías y El Corte Inglés se anticiparon a la banca comercial española creando sus respectivas tarjetas de pago, un instrumento de crédito al consumo para adquisiciones realizadas exclusivamente en sus respectivos establecimientos.
  • El control sobre el trabajador y su rendimiento ha sido una constante histórica en estas empresas, y siempre con métodos muy agresivos.
  • «El interés del negocio es el supremo bien al que ha de subordinarse todo lo demás», se lee en las Normas de Galerías Preciados.
  • El autoritarismo de una y otra empresa tiene su antecedente inmediato en El Encanto.
  • Aún hoy, «si cumples con el horario, no es suficiente. Está muy mal visto que te vayas a tu hora. Igual ocurre en aquellos domingos en que se abren las tiendas. Se conceptúa muy mal al que no va».
  • Ni Arecer Ni Fernández toleraron nunca que los directivos de ambas empresas llegaran al trabajo más tarde que sus subordinados.
  • Bastaba que una clienta insinuara un trato poco correcto por parte de algún dependiente para que el vendedor fuera despedido con carácter inmediato. Incluso ocurría lo mismo cuando se trataba de una relación mutuamente consentida. Si el empleado había merecido hasta ese momento la estima de la casa, se le procuraba la representación comercial de algún tipo de producto para que no sufriera mayor quebranto económico por su salida de la empresa.
  • En la jornada de huelga general nacional convocada por UGT y CCOO el 14 de diciembre de 1988, y que paralizó prácticamente a la totalidad del aparato productivo del país, estos almacenes lograron abrir sus establecimientos y contar con una asistencia de trabajadores que, según fuentes sindicales, superó el 97% de la plantilla, pese a la presión psicológica fortísima de los piquetes y a las dificultades de transporte, paralizados esa mañana todos los servicios públicos.
  • Los dirigentes de los dos sindicatos verticales de El Corte Inglés son, por lo común, personas de confianza de los mandos y suelen ser promocionados a cargos de responsabilidad en la compañía tras varios años de trabajo sindical.
  • CCOO no tiene más de 150 afiliados entre los más de 10.000 trabajadores que El Corte Inglés posee en sus centros de Madrid y ninguno de ellos pertenece al grupo de trabajadores incorporados a la empresa con posterioridad a 1980.
  • Un gran almacén se enfrenta a una imperiosa necesidad exigencia de alta productividad de sus empleados, para lo que requiere un personal muy satisfecho y tan leal a sus superiores que no escatime esfuerzos ni horas de trabajo a disposición de la casa.
  • Normas de El Corte Inglés (algunas!):
    • Las órdenes habrán de cumplirse con toda diligencia, interpretando su sentido y superando los obstáculos que dificulten su realización.
    • No podrán aceptarse recompensas, regalos ni favores procedentes de terceros con motivo de actos de servicios.
    • La prestación de la Tarjeta a personas no autorizadas para su uso se considerará como falta muy grave.
    • Está absolutamente prohibido venderse o cobrarse a sí mismo.
    • Por un principio elemental de urbanidad no se podrá llamar a voces a ninguna persona ni hablar a distancia.
    • En las relaciones entre compañeros deberá mantenerse una conducta de respeto mutuo, evitando conversaciones y expresiones de mal gusto o bromas inoportunas.
    • No se deberá permanecer en grupos o corrillos, mantener conversaciones ajenas a temas del trabajo o participar en discusiones de cualquier tipo.
    • Se evitará de una forma absoluta la utilización de lenguaje simulado y frases de doble sentido, así como críticas o comentarios sobre hechos y personas, estén o no presentes.

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raul

3 respuestas to “Biografía de El Corte Inglés de Javier Cuartas – Apuntes Breves”

  1. […] Gervasio Sánchez@gervasanchez Hace más de 20 años un periodista como la copa de un pino (Javier Cuartas de El País) investigó al Corte Inglés. raulbarraltamayo.wordpress…. […]

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    • Enrique Cañedo Lopez said

      Buenas noches, ha caído en mis manos la biografía del Corte Ingles, me parece un gran trabajo de recopilación de datos, fechas y nombres sobre las personas que viajaron a Cuba, crearon y fundaron «El Encanto» mas tarde el Corte Ingles. Pero echo en falta el nombre de D. Jesus Alvarez Cañedo, nacido en Villanueva de Santo Adriano, Asturias, en 1884 aproximadamente. Fundador inicial del Encanto. Jesus Alvarez Cañedo realizó varios viajes antes de establecerse en la Habana fundando el famoso comercio siendo socio de D. josé Fernández.
      Debido a una enfermedad, regreso a Oviedo vendiendo su parte de la sociedad a Pepin Fernández.
      Me gustaría que D. Javier Cuartas como investigador si tuviera datos sobre D. Jesus Alvarez Cañedo, mi abuelo, que falleció a la edad de 65 años en Oviedo, me los proporcionase como patrimonio cariñoso familiar.

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  2. […] Biografía de El Corte Inglés de Javier Cuartas. […]

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