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El juego interior del trabajo de W. Timothy Gallwey

Posted by Raul Barral Tamayo en jueves, 27 de julio, 2023


Título original: The Inner Game of Work
© de la edición original, 2000, W. Timothy Gallwey
Traducido del inglés por Antonio Luis Gómez Molero
Editorial: Editorial Sirio.

Si sientes que estás estancado en tu trabajo, en este libro encontrarás lo que necesitas para volver a recuperar la ilusión. Timothy Gallwey, considerado el padre del coaching, nos enseña en él a:

  • Transformar un trabajo rutinario en gratificante
  • Trabajar con ilusión, en lugar de hacerlo con conformismo
  • Superar el miedo al fracaso, la resistencia al cambio y el aburrimiento
  • Aplicar técnicas de coaching sencillas y efectivas

No importa que lleves ya mucho tiempo en tu trabajo ni que creas que no te queda nada nuevo que aprender en él. Cualquiera que sea tu situación, tu trabajo puede convertirse en una oportunidad de desarrollar tus aptitudes, mejorar tu bienestar e incrementar tu conciencia.

El Juego Interior del Trabajo te desafía a replantearte tu definición de trabajo y tus motivaciones para ir a trabajar cada mañana. Te hará considerar al trabajo de una forma completamente nueva, cambiando para siempre la manera en que trabajas.

Tras graduarse en Harvard, Timothy Gallwey fue profesor de secundaria, oficial de formación e instrucción en la marina norteamericana y director de admisiones en la universidad Midwestern. Posteriormente, dando clases de tenis, descubrió una nueva manera de aprender y de enseñar distinta a todo lo conocido hasta entonces.

Ideas principales:

  • Estos simples principios y métodos del Juego Interior estaban basados en una profunda confianza en la capacidad natural del alumno para aprender directamente de la experiencia.
  • A la voz que daba las órdenes y hacía los juicios la llamé «Yo 1». Y a la que los recibía, «Yo 2». ¿Qué relación tenían? El Yo 1 era el sabelotodo que básicamente no confiaba en el Yo 2, el que golpeaba la bola.
  • Escuchar y aprender a creer en los impulsos del Yo 2, nuestro ser innato o natural, es uno de los retos esenciales y constantes del Juego Interior.
  • La meta es conseguir cambiar el estado mental del alumno de un estado autocrítico, destructivo y confuso a uno en el que la mente está tranquila y concentrada.
  • William James: «Los momentos en que estamos presentes, por breves y esporádicos que sean, resultan no obstante trascendentales y claves, son ellos los que determinan la naturaleza superior o inferior de nuestros destinos».
  • El elemento esencial es la claridad del deseo que hay detrás de la concentración. El deseo centra la atención.
  • Cuando tenemos claras nuestras prioridades es más fácil concentrarse.
  • El Yo 2 suele ser el resultado de dos condiciones: suficiente grado de seguridad y suficiente grado de desafío.
  • No hay aptitud más importante para el aprendizaje y la consecución de la excelencia que saber enfocar la atención.
  • Hacemos las cosas mejor cuando las estamos disfrutando.
  • Si tienes una visión clara de a dónde quieres llegar, no te desviarás tan fácilmente de tu camino.
  • La lección más simple y más importante del Juego Interior: Todo empieza con el deseo.

Algunas de las cosillas que aprendí leyendo este libro que no tienen porque ser ni ciertas ni falsas ni todo lo contrario:

  • Jena-Jacques Rousseau: «El hombre nació libre libre pero en todas partes está encadenado».
  • Estos simples principios y métodos del Juego Interior estaban basados en una profunda confianza en la capacidad natural del alumno para aprender directamente de la experiencia.
  • Cuando se les preguntaba a los grandes deportistas en qué estaban pensando durante sus mejores actuaciones todos sin excepción respondían que no pensaban en nada. Declaraban que sus mentes estaban tranquilas y centradas.
  • Las veces que mejor jugaba era cuando no estaba tratando de controlar mis golpes dándome instrucciones a mí mismo o autoevaluándome. Sorprendentemente, cuanto menos intentaba controlar los golpes más controlados estaban.
  • A la voz que daba las órdenes y hacía los juicios la llamé «Yo 1». Y a la que los recibía, «Yo 2». ¿Qué relación tenían? El Yo 1 era el sabelotodo que básicamente no confiaba en el Yo 2, el que golpeaba la bola.
  • Todas las evidencias apuntan al hecho de que nuestro mejor rendimiento se da cuando la voz del Yo 1 está callada al Yo 2 se le deja golpear la pelota tranquilo.
  • Es una cura de humildad comprender que la voz que da las órdenes y te critica y quiere tenerlo todo bajo su control ¡no es ni la mitad de inteligente que la que recibe las órdenes! El Yo 1 tiene muy poca inteligencia comparado con el ser natural.
  • Incluso los profesionales de élite, que suelen rendir al máximo, son vulnerables a las crisis de confianza.
  • Los principios son los siguientes: (1) la conciencia imparcial es curativa; (2) confía en el Yo 2 (en el mío y en el del mi alumno); y (3) deja que el alumno se haga cargo del aprendizaje.
  • Conforme el jugador observaba cómo iba mejorando su rendimiento, una creciente confianza natural en sí mismo empezaba a reemplazar sus dudas. Se había dado marcha atrás en el círculo de la autointerferencia.
  • Como entrenador mi principal responsabilidad era mantener un enfoque neutral, sin críticas, proporcionar las oportunidades apropiadas para aprender de forma natural, y quitar de en medio. En segundo lugar mi trabajo era ayudar al alumno a mantener la atención centrada mientras confiaba en la capacidad del Yo 2 para aprender directamente de la experiencia.
  • La conciencia y la confianza no son suficientes, hace falta también desear un resultado específico.
  • Aprender es una actividad que se da dentro del jugador. El jugador toma las decisiones que finalmente hacen que se produzca o no el aprendizaje.
  • Una parte esencial del proceso de aprendizaje era dejar que el jugador fuera más consciente de las decisiones que tomaba y de las razones que había tras cada elección. El jugador sentía que tenía más control y, como consecuencia natural, estaba dispuesto a aceptar más responsabilidad y emplear una mayor iniciativa y creatividad para alcanzar su meta.
  • El rendimiento raramente equivale al potencial. Basta dudar un poco de sí mismo, una presunción errónea o el miedo al fracaso, para disminuir enormemente el rendimiento.
  • La meta del Juego Interior es reducir cualquier factor que interfiera con el descubrimiento y la expresión de todo el potencial de la persona. La meta del juego exterior es superar los obstáculos externos para alcanzar un objetivo externo. Ambos juegos están relacionados entre sí.
  • Lo que he observado en la pista de tenis es que la mayor dificultad para cambiar un hábito es el hecho de que el jugador se ha identificado a sí mismo con su forma particular de golpear la pelota.
  • Mis primeras tres observaciones acerca del cambio empresarial siguen estando vigentes:
    1. Las personas que se encuentran en la posición de efectuar cambios tienden a absolverse de la necesidad de hacerlos primero en sí mismos.
    2. La resistencia al cambio con frecuencia es resistencia al proceso de cambio más que a un determinado cambio en sí mismo.
    3. La resistencia al cambio dentro de la empresa tiene sus raíces en la mentalidad de orden y control que prevalen en el entorno empresarial.
  • En las jerarquías empresariales, aunque era posible encontrar tiempo para entrenar a los demás, era muy raro encontrar a alguien que quisiera someterse a un entrenamiento. Lo irónico del caso es que este rechazo a involucrarse personalmente en el proceso de cambio solía ser mayor cuanto más te acercabas a los ejecutivos responsables de promover el cambio en los demás.
  • En la gran mayoría de los deportes individuales solo tenemos que enfrentarnos a un Yo 1. Sin embargo, en los negocios, donde existe tanta interacción directa con los compañeros de trabajo y los clientes, tenemos que vérnoslas con más de un Yo 1. Por eso las posibilidades de interferencia se multiplican.
  • La calidad de nuestras relaciones con los compañeros de trabajo, y los diálogos a que estas dan lugar, tienen un impacto decisivo en la manera en que pensamos y nos sentimos cuando trabajamos.
  • A veces me imagino al Yo 1 como un extraño que vive dentro de mí. Este extraño finger ser yo, pero en realidad es la voz de otras personas que he incorporado inconscientemente en mi diálogo interno. Esta voz, que puede o no tener objetivos distintos de los míos, crea expectativas, dicta órdenes, e intenta dirigir mi vida como si fuera mi jefe. Este ser inventado, que surge de fuerzas que hay a mi alrededor, siembra dudas que minan mi sentido de la integridad, mi autonomía y mi capacidad como individuo. Al dudar de mí mismo aparecen los miedos, los juicios, el control exagerado y los conflictos internos que desestabilizan el entorno interior en el que trabajo. A veces esta voz suena sospechosamente como la del padre o la madre, o como la de un maestro, un jefe, o algún amigo, intentando que me someta a las normas de la sociedad.
  • Escuchar y aprender a creer en los impulsos del Yo 2, nuestro ser innato o natural, es uno de los retos esenciales y constantes del Juego Interior.
  • El coaching basado en el Juego Interior lo que hace es introducir un tipo de diálogo diferente del que está llevando a cabo el Yo 1. En lugar de observación crítica, observación objetiva. En lugar de manipulación, elección. En lugar de duda y control exagerado, confianza en el Yo 2.
  • La meta es conseguir cambiar el estado mental del alumno de un estado autocrítico, destructivo y confuso a uno en el que la mente está tranquila y concentrada.
  • Para alcanzar un diálogo interno óptimo, debes ser consciente de ti mismo, ser consciente de tus compañeros de trabajo, y los más difícil, ser consciente de la mentalidad empresarial en que estás inmerso.
  • Cuando está en duda la seguridad básica de una persona prácticamente cualquier cosa parece una amenaza. Todas las dudas encuentran un terreno fértil. La motivación, la concentración y la confianza se desvanecen.
  • Aunque un trabajo fuera pura rutina y pudiera hacerse «con los ojos cerrados» el trabajador que ponía en la labor toda su atención podía obtener un gran contrapartida.
  • La meta es introducir cambios en la cultura organizacional que minimicen la autointerferencia y valoren las motivaciones y los talentos inherentes de los trabajadores.
  • Como bien saben todos los que hayan destacado en algún deporte, ganar, a la larga depende del estado mental. El estado mental (en entorno interior) a su vez depende de la capacidad de la persona para centrar y mantener la atención.
  • William James: «Los momentos en que estamos presentes, por breves y esporádicos que sean, resultan no obstante trascendentales y claves, son ellos los que determinan la naturaleza superior o inferior de nuestros destinos».
  • La concentración es el componente esencial de un rendimiento superior en cualquier actividad, no importa el nivel de destreza ni la edad de quien la lleva a cabo.
  • Cuando perdemos la concentración, simplemente no damos de sí todo lo que podemos.
  • La mayoría de los errores en que incurrimos los adultos se producen porque perdemos la concentración.
  • Al prestar toda nuestra atención a algo se neutraliza la autointerferencia. En la plenitud de la atención no queda espacio para los miedos y dudas del Yo 1.
  • La concentración es la aptitud clave, que permite el desarrollo de todas las demás aptitudes.
  • No se puede lograr la concentración del Yo 2 solo con autodisciplina. El esfuerzo por concentrarse produce una atención constreñida y forzada que ademas resulta difícil de mantener. Es un proceso agotador y, a la larga, sencillamente ineficaz.
  • El elemento esencial es la claridad del deseo que hay detrás de la concentración. El deseo centra la atención.
  • El diálogo interno no te beneficia. Tan solo te distrae del esfuerzo que necesitas hacer.
  • Es más fácil mantener la concentración cuando estás haciendo algo que has elegido libremente.
  • La concentración no es una aptitud que desarrollas aprendiendo una técnica. Depende más bien de tener las motivaciones adecuadas para hacer lo que estás haciendo.
  • Cuando el Yo 2 se halla libre de interferencia del Yo 1 logra sus deseos con una notable economía de esfuerzo.
  • Aunque tanto el Yo 1 como el Yo 2 pueden perseguir el mismo resultado, el deseo del Yo 1, surgido de la duda y el miedo, es muy diferente del deseo natural de disfrutar con la expresión de nuestras capacidades.
  • Cuando se produce la concentración del Yo 2 parece cosa de magia porque las acciones son mas espontáneas y todo ocurre de una manera sorprendentemente fluida, sin apenas esfuerzo. Dejamos de vivir centrados en nosotros mismos. Dejamos de juzgarnos. Desaparecen los grandes mecanismos de control del miedo y la duda. No existe ansiedad ni aburrimiento. En su lugar aparece un estado simple, difícil de describir, inherentemente gozoso, a menudo sorprendente y creativo, incluso en medio de las actividades más rutinarias.
  • Hay tres factores decisivos para lograr la concentración del Yo 2: conciencia, elección y confianza.
  • El alcance de nuestra comprensión de cualquier situación o sujeto depende de la atención que les demos a todos sus aspectos relevantes y a su relación entre ellos.
  • Los errores de juicio se cometen cuando la atención que prestamos es demasiado limitada, dando lugar a lo que comúnmente llamamos «visión de túnel».
  • Alguien conectado con su deseo se fijará en cualquier cosa que sea importante para lograrlo.
  • El deseo enfoca la atención. El único aspecto sobre el que tenemos poder de decisión es el de elegir qué deseos alimentar y qué deseos ignorar. Alimentar los deseos naturales del Yo 2 aumenta nuestra estabilidad y nos hace sentirnos realizados. Alimentar los deseos del Yo 1 refuerza la autointerferencia y nos lleva al conflicto interior y a la distracción.
  • Cuando tenemos claras nuestras prioridades es más fácil concentrarse.
  • La concentración solo se logra cuando te desprendes de tu actitud controladora.
  • Cuando dejo que el Yo 2 actúe espontáneamente siempre sucede algo en lo que ni siquiera había pensado y que es más inteligente, más sencillo y verdadero. El precio de esta maravilla es que no la puedes controlar con el pensamiento consciente. Solo puedes dejar que suceda.
  • Cuando pierdo la concentración puedo estar seguro de que hay algún conflicto entre el Yo 2 y el Yo 1. Pero, ¿qué puedo hacer? Tanto si me rindo al Yo 1 como si lucho directamente contra él estaré perdiendo la batalla. Lo único que a mí me funciona es elegir al Yo 2: admite su deseo y permitirle que se exprese. La resistencia en sí es señal de que el Yo 1 no me tiene totalmente en su garras. Al elegir de forma consciente prestarle atención al Yo 2 estoy ignorando la voces de la autointerferencia.
  • Normalmente es difícil saber si el Yo 1 que susurra en tu cabeza es un amigo o un enemigo.
  • Nuestro Yo 1 se impone cada vez que nos convence de que necesitamos su consejo o de que necesitamos luchar contra él hasta doblegarlo. En cualquiera de los dos casos ha tenido éxito en distraernos de la tarea que estábamos haciendo.
  • Mantener la concentración no es cuestión de no perder nunca la concentración sino de acortar los periodos de tiempo en los que la pierdes. La mejor manera de aprender la concentración es dominar el arte de volver una y otra vez a ello. Aprende a reconocer las señales que te advierten de tu falta de concentración.
  • El Yo 2 suele ser el resultado de dos condiciones: suficiente grado de seguridad y suficiente grado de desafío.
  • Cuando la persona siente que hay demasiado desafío y muy poca seguridad, tiende a volverse ansiosa y estresada. Cuando la persona experimenta demasiada seguridad y muy poco desafío tiende a aburrirse. En ambos casos es fácil perder la concentración.
  • ¿Qué harías si tuvieras solo una tercera parte del tiempo del que dispones? ¿Qué harías si tuvieras dos tercios?
  • Al Yo 1 le gusta tomarse todo el tiempo posible para llevar a cabo una tarea. Al Yo 2 le gusta hacer la tarea con economía de tiempo y esfuerzo.
  • La distracción surge cuando no resolvemos el conflicto interno de prioridades.
  • Aprender a distinguir la sensación de fuerza compulsiva de los deseos que surgen del Yo 1, de la suavidad de los impulsos del Yo 2.
  • El Yo 2 expresa su excelencia natural de una forma espontánea y gozosa; el Yo 1 está siempre intentando demostrar su valor o ganar un reconocimiento que en el fondo no cree merecer.
  • Cuando no sé lo que quiero termino cediendo a las intenciones del Yo 1. Así es como el Yo 1 va ganando fuerza.
  • Ser capaz de elegir no solo lo que haces en cada momento sino el camino que quieres seguir o la persona que quieres ser es una de las claves fundamentales para la concentración.
  • Lo más importante sobre la concentración es que no se puede forzar. Hacer un esfuerzo para concentrarse no sirve. Produce frustración, cansancio, y rigidez mental. La concentración es consecuencia del interés, y el interés no necesita coacción. Basta con sujetar suavemente el volante de la atención.
  • Al practicar la concentración te volverás más consciente de todas tus distracciones.
  • El simple hecho de notar qué había traído su atención solía bastar para que la distracción se debilitara y permitiera una mayor concentración.
  • Simplemente el hecho de ser consciente de dónde está tu atención aumentará tu concentración.
  • Hace falta poner mucha atención para entender realmente lo que la otra persona está diciendo.
  • Cuando el Yo 1 calla, la concentración del Yo 2 surge de manera natural, y selecciona espontáneamente los objetos que tienen una mayor relevancia.
  • Antes de cambiar algo, hazte más consciente de cómo es.
  • El Yo 2, a pesar de ser infinito en su potencial, siempre apunta a la mayor posible economía de acción y esfuerzo para realizar un propósito.
  • Lo que siempre me sorprende como coach es ver que el Yo 2 es capaz de un aprendizaje muy sutil y complejo cuando la mente consciente está centrada en hacer algo bastante sencillo.
  • No hay aptitud más importante para el aprendizaje y la consecución de la excelencia que saber enfocar la atención.
  • Es importante ver que no existe una definición «objetiva» correcta de trabajo. Lo que influencia la forma en que vivimos el trabajo es la definición subjetiva que le damos.
  • El aprendizaje y el disfrute siguen siendo dimensiones inherentes al trabajo, incluso si no les prestas atención.
  • Hacemos las cosas mejor cuando las estamos disfrutando.
  • Los tres lados del triángulo del trabajo forman parte de un sistema interdependiente. Cuando se ignora al lado del aprendizaje o al del placer, el rendimiento a la larga se ve afectado. Impide que el rendimiento llegue a alcanzar alguna vez todo su potencial.
  • Ha llegado el momento de reconocer el aprendizaje como un verdadero componente del trabajo y no meramente como un posible efecto.
  • Para el trabajador con conocimiento, meramente «cumplir con su trabajo» es una pérdida de tiempo, a menos que en el proceso haya incrementado su «know-how».
  • En la nueva definición el trabajo es un proceso por el cual vas aumentando tus capacidades, mientras produces resultados, con el objetivo de mejorar cada vez más esos resultados.
  • Cien personas en la misma situación pueden tener cien experiencias de aprendizaje diferentes, perfectamente adecuadas a sus necesidades individuales.
  • Debes decidirte a ser un aprendiz durante tus horas de trabajo, aparte de realizar tu labor.
  • El deseo de aprender es tan fundamental para nuestro ser como el deseo de sobrevivir y disfrutar.
  • Muchas veces intentamos ignorar cómo nos sentimos al trabajar. Lo ignoramos porque no entendemos hasta qué punto contribuye a la calidad de nuestra labor y pensamos que no tiene importancia. Puede que te sorprenda comprobar hasta qué punto el ser consciente es en sí curativo.
  • El Yo 2 cambia y equilibra espontáneamente las prioridades de acuerdo con la situación.
  • La única manera que conozco de desprenderte del control de tu Yo 1 s permitir más al Yo 2 que se haga presente y estar dispuesto a renunciar a algunas de las exigencias de aprobación, reconocimiento y gratificación del ego con que te esclaviza el Yo 1.
  • Rebelarse contra algo nunca ha producido el tipo de libertad que nos satisface. Por eso uno debe aprender a hacer caso a los impulsos de su más profundo y auténtico ser.
  • Redefinir el trabajo como rendimiento, aprendizaje y disfrute, en coherencia con los deseos innatos del Yo 2 es un paso gigante hacia el trabajo libre.
  • Yo creo que lo que de verdad es importante es reconocer que los conceptos que tengo sobe mí mismo, ya sean negativos o positivos, acertados o no, son solo construcciones mentales: están hechos únicamente de pensamiento y no son yo. Yo soy algo diferente.
  • El objetivo del Juego Interior es aprender a dar una expresión plena al Yo 2 con un mínimo de autoinferencia.
  • En los deportes parece que jugamos mejor cuando cuando la mente pensante está en silencio. Pero en el trabajo la mayoría de nosotros necesitamos pensar. No solo necesitamos pensar en lo que estamos haciendo sino en por qué lo hacemos.
  • Una de las cosas que aprendí en los deportes y en el trabajo fue que no debía intentar cambiar todo lo que pensaba que debía cambiar. Si me ocupaba de las cosas que era necesario cambiar con una actitud libre de juicios de valor, muchos de los demás problemas se corregirían solos.
  • Lista de los cinco elementos de la movilidad:
    1. Concédete movilidad porque la tienes.
    2. Forma una imagen lo más clara posible de a dónde quieres llegar.
    3. Disponte a efectuar cambios dentro de tu cambio.
    4. Mantén claro tu propósito.
    5. Mantén sintonizados tu movimiento y tu dirección.
  • Si los obstáculos están en un primer plano de tu mente, ponlos uno a uno por escrito hasta que ya no se te ocurra ninguno más. Fíjate ahora en cuáles de estos obstáculos son internos y cuáles externos.
  • Wolfgang Goethe: «En el momento en que uno se compromete definitivamente la Providencia se pone en movimiento. Ocurren toda clase de cosas para ayudarnos, que de otra manera nunca podrían haber ocurrido. Cualquier cosa que puedas hacer o sueñes que puedes hacer, hazla. El coraje contiene genio, poder y magia. Comienza ahora».
  • Es más fácil acceder a una información importante que ya existe dentro de nosotros usando imágenes que intentar llegar a ella por medio de palabras.
  • Mis metas más importantes comenzaron de una manera más bien imprecisa, bastante imposible de medir y en el momento en que las concebí parecían muy poco realistas. Trato de que mis compromisos sean específicos y realistas, pero las aspiraciones no deberían tener límites. Lo importante de los objetivos es que surgen del deseo.
  • El deseo auténtico nunca viene de otra persona. Por eso lo más difícil a la hora de obtener una imagen clara de tu dirección es ser capaz de distinguir tu imagen de las muchas que han sido dibujadas por otras personas.
  • Con frecuencia las personas no nos permitimos contactar con nuestros verdaderos deseos si no vemos la manera de obtenerlos. Por eso es por lo que a algunos les resulta imposible descubrir lo que quieren.
  • Si puedo tener la valentía de reconocer que en mí existe un deseo aunque no sepa como alcanzarlo, la movilidad se pone en marcha.
  • «Querer es poder» es el mantra de quienes han comprendido que tienen movilidad.
  • «Si no tienes convicciones firmes, será fácil convencerte de cualquier cosa».
  • Si tienes una visión clara de a dónde quieres llegar, no te desviarás tan fácilmente de tu camino.
  • Puedes medir la fuerza de un deseo por los obstáculos que es capaz de superar.
  • Cuando no te estás moviendo encuentras menos obstáculos. Cuando te mueves los obstáculos son visibles precisamente porque ahora tienes una meta. Los obstáculos son más obvios porque eres más consciente.
  • Existen tres tipos de personas de acuerdo con la manera en que enfrentamos los obstáculos:
    • El primer tipo de persona llega hasta un obstáculo, lo mira, se desanima, dice: «Esto es demasiado para mí» y abandona.
    • El segundo tipo de persona ve un obstáculo y dice «Haré lo que haga falta para pasar por encima del obstáculo, por debajo, alrededor o a través de él».
    • El tercer tipo de persona llega hasta el obstáculo y dice: «Antes de intentar superar esto, voy a intentar encontrar una posición estratégica desde la que pueda ver lo que hay detrás. Entonces, si lo que veo merece la pena, haré todo lo que haga falta para superarlo o rodearlo».
  • Lo que es inevitable es que sea cual sea el plan que me haya trazado será necesario efectuar cambios.
  • Al inicio de un nuevo cambio es cuando la incertidumbre y el riesgo se encuentran en su punto álgido. El consejo era dar pasos que fueran reversibles.
  • Los cambios más difíciles, que a la vez suelen ser los más poderosos, de una compañía son los que afecta a sus «vacas sagradas», esas personas o premisas consideradas intocables e incuestionables dentro de la cultura de la empresa.
  • He visto algunos líderes y directivos asumir que si otros están realizando cierto tipo de cambios, ellos deben hacer lo mismo. La presunción es que si es un cambio, es algo positivo. Los cambios aleatorios quizá no contribuyan a tu movilidad. Hacen que te desvíes del avance en dirección hacia tus metas y que gastes un precioso tiempo, energía y recursos.
  • No hay cualidad más humana que la de comprometerse firmemente con lo que es real y verdadero (la llama interior) manteniendo al mismo tiempo el desapego hacia los cambios que se vayan produciendo.
  • Ganar no es lo único importante. Pero una vez que estamos en la pista, en mitad del partido, es fácil olvidarlo. El propósito del juego y el objetivo del juego son dos cosas distintas. Cuando confundimos el objetivo de ganar con la razón de jugar (aprender, disfrutar el reto) la movilidad se puede ver afectada. Por esta razón, los mejores líderes nos recuerdan constantemente el propósito inicial, incluso en medio del caos de las «emergencias» del momento.
  • Nuestras acciones y metas deberían ser coherentes con nuestro propósito en todo momento. Pero no deben confundirse con el propósito ni distraernos de él.
  • Sacrificar los objetivos internos, el disfrute y el crecimiento personal, siempre es fácil en una cultura que valora únicamente el rendimiento.
  • La movilidad tiene que ver con la sabiduría consciente. No se trato solo de fluir, sino de tener las ideas muy claras acerca de quién eres, a dónde vas, y por qué. En esencia tiene que ver con trabajar conscientemente.
  • Saber lo que estás haciendo y por qué requiere pensamiento consciente y recordar constantemente. Requiere estar totalmente despierto: consciente de todo lo que está sucediendo a tu alrededor que tenga que ver con la dirección hacia la que te diriges.
  • La parte más difícil es permanecer consciente mientras trabajamos.
  • El truco consiste en comprender que no tienes que cargar tu mente con el peso de las tareas por terminar; puedes dejarlas a un lado, sabiendo que estarán allí cuando tengas la ocasión de ponerte con ellas otra vez.
  • Si no me tomo unos cuantos minutos para establecer mis prioridades de ese día, no hay duda de que me dejaré arrastrar por la urgencia de todo lo demás.
  • Convierte el hacer un repaso de tu día y hacerte preguntas sobre el mismo en una meta de aprendizaje. ¿Qué se ha conseguido? ¿Qué salió mal? ¿Qué salió bien? ¿Qué se podría aprender? Es necesario ser valiente.
  • Rober W. Woodruff sabía, como buen directivo, que lo más difícil del cambio no es tanto aprender nuevas maneras de hacer las cosas sino desaprender las viejas. El fallo de la mayoría de los cambios puede atribuirse a no ser consciente del arraigo de la inercia que controla la forma de hacer las cosas en una empresa.
  • El cerebro sometido a estrés tiene dificultades para recordar, es menos creativo y desarrolla una visión de túnel (o conciencia reducida).
  • Algunas de las ideas más creativas que tenemos vienen durante descansos y cuando menos lo esperamos.
  • No veo ninguna necesidad de adaptarse al estrés o intentar manejarlo. El estrés para mí es una señal de que he perdido el control de la manera en que me desenvuelvo en mi trabajo.
  • Las personas que ponen al Yo 1 en el asiento conductor de su vida trabajan en un estado constante de emergencia y no creen que puedan conseguir nada sin él.
  • A veces hace falta una crisis, como ser despedido del trabajo, o una enfermedad grave, para llevarnos a un punto en el que podamos examinar nuestras vidas y su sentido.
  • Las personas libres no tienen necesidad de criticar o dominar a otras personas. Solo tienen la necesidad de proteger y preservar su propia e inherente libertad y su movilidad.
  • El coaching puede definirse como la facilitación de la movilidad. Es el arte de crear un entorno, a través de la conversación y de una manera de ser, que facilita el proceso por el cual una persona puede avanzar de forma satisfactoria en pos de los objetivos deseados.
  • La misión del coach no es resolver problemas. Tuve que aprender cómo enseñar menos, para que se pudiera aprender más.
  • A veces la diferencia entre estar estancado y encontrar la movilidad es tan simple como cambiar el punto de vista.
  • El coaching efectivo en el puesto de trabajo sirve para colocar un espejo delante de los clientes, y hacerles ver su proceso de pensamiento. Como coach, más que escuchar el contenido de lo que se dice escucho la manera en que están pensando.
  • Si el interlocutor es capaz de anticipar cómo interpretará su mensaje el oyente será más fácil para él hacerle llegar lo que realmente quiere transmitir.
  • El coaching del Juego Interior puede dividirse en tres clases de diálogos:
    • Un diálogo para la conciencia (conseguir la imagen más clara posible de la realidad actual)
    • Un diálogo para la elección (conseguir la imagen más clara posible del resultado deseado)
    • Y un diálogo para la confianza (en el que el cliente accede a sus recursos internos y externos para moverse desde su realidad actual hasta el futuro deseado).
  • Tener una capacidad natural es una cosa, tener experiencia en superar las dudas y los miedos que nos impiden acceder a nuestra propia capacidad es otra.
  • Aceptar tareas o normas que no podemos cumplir nos hace dudar de nosotros mismos mientras que no aceptar los desafíos necesarios para superarse y aprender confirma esas dudas.
  • Mucha de la resistencia al cambio surge por intentar ejercer un control excesivo.
  • La verdadera responsabilidad es una cuestión de elección y no se puede forzar; tiene que asumirse de forma voluntaria.
  • Una de las ventajas del coaching externo es que escuchando a un buen coach podemos ignorar más fácilmente la voz exageradamente crítica y controladora de nuestro propio Yo 1.
  • El coaching no tiene mucho que ver con decirle al cliente lo que tú sabes, sino con ayudarle al cliente a que descubra lo que ya sabe, o lo que puede descubrir por sí mismo. Enseñar, más que un proceso de sumar es un proceso de restar, o de desaprender todo aquello que es un obstáculo para que el cliente avance hacia el objetivo deseado.
  • La lección más simple y más importante del Juego Interior: Todo empieza con el deseo.
  • Preguntas sobre el deseo relacionadas con el trabajo:
    • ¿Hasta qué punto tienes claro lo que quieres?
    • ¿Qués es lo que de verdad quieres?
    • ¿Hasta qué punto te sientes conectado con tu pasión, con la fuente de tu deseo?
    • ¿Alguna vez te has sentido más conectado? ¿Cuándo, y a qué?
    • Al mirar a tus distintos deseos, ¿te da la impresión de que están alineados o de que tiran e ti cada uno en una dirección?
    • ¿De dónde vienen tus deseos: del pensamiento o del sentimiento?
    • ¿Hasta qué punto puedes distinguir claramente tus deseos de las expectativas que otras personas han puesto en ti?
    • ¿Hasta qué punto sientes que estás «conduciendo» tus deseos en lugar de dejarte arrastrar por ellos?
    • ¿Te sientes libre cuando estás trabajando?
    • ¿Qué significa para ti trabajar en libertad?
  • «¿Qué es lo que quiero?»: Esta es una de las preguntas humanas más esenciales e importantes.
  • Las ideas del reverenciado paladín de la psicología, el doctor Sigmund Freud, exponían de forma muy convincente la noción de que Dios era poco más que un sustituto de la figura del padre.
  • El trabajo requiere deseo, y un gran trabajo requiere una gran ambición.
  • Nuestra ambición inherente es nuestro mayor tesoro. Sin él ninguna cantidad de talento o capacidad puede producir valor para el individuo o la sociedad.
  • Es bastante común la tendencia a dejar que lo inmediato adquiera prioridad sobre lo importante.
  • Los lazos con tu dueño interior pueden ser más difíciles de romper que ninguna cadena externa. Estas son las cadenas menos visibles que sujetan tu pensamiento y tu pasión.
  • Solo la voz que viene de ese deseo puede orientarte en la dirección correcta. Para trabajar libremente, cada uno de nosotros debe aprender a escuchar a su propia inspiración. Nunca es demasiado tarde para empezar ese viaje.

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