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Tiempo al tiempo de Ignacio Buqueras y Bach – Apuntes Breves

Posted by Raul Barral Tamayo en viernes, 8 de May, 2009


«España, tenemos un problema». Es el astronauta español Pedro Duque quien lo sugiere, con los pies en el suelo y no en órbita alrededor del planeta. Según ha comprobado él mismo, «muchos organismos internacionales y grandes compañías europeas tienen a evitar las empresas y los profesionales españoles cuando se trata de coordinar trabajos de alta eficiencia». No es una cuestión de falta de capacitación técnica, sino de comunicación, de coordinación. En definitiva, de horarios.

Así, con aquellos países que interrumpen a mediodía su trabajo para almorzar entre las doce y la una, perdemos el contacto hasta las cuatro o las cinco de la tarde, que es nuestra hora de vuelta al trabajo tras la comida. Así pues, durante cuatro horas perdemos todo contacto. ¿Nos lo podemos permitir? ¿Podemos permitir unos horarios irracionales que nos obligan a llegar a casa muy tarde y agotados, a dormir poco y mal, y que apenas nos permiten estar con nuestro hijos? Nuestra jornada laboral es una de las más largas de Europa, y nuestra productividad una de las más bajas. Y eso, además de afectar a nuestro rendimiento, también perjudica a nuestra vida familiar y personal.

Ignacio Buquera y Bach propone implantar en España un nuevo modelo horario, un esquema de jornadas laborales capaz de conciliar de una vez por todas vida personal, vida familiar y vida laboral, y de aumentar, al mismo tiempo, la productividad. Propone soluciones drásticas, pero siempre sensatas: flexibilidad de horarios, jornada continua y libertad de horarios.

Algunas de las cosillas que aprendí leyendo este libro que no tienen porque ser ni ciertas ni falsas ni todo lo contrario:

  • En España nos levantamos a una hora parecida a la de los demás países europeos, pero nos acostamos, por término medio, una hora más tarde que ellos; nuestras jornadas laborales son más largas, pero menos productivas; solemos dedicar a nuestros almuerzos el doble de tiempo que ellos, y para algunos es lo mismo estar en el lugar de trabajo que trabajar.
  • Por primera vez en la historia, el hombre es consciente de que le falta tiempo.
  • Se calcula que perdemos diariamente tres horas, de forma involuntaria, inconsciente.
  • Las modificaciones de nuestros ritmos biológicos pueden provocar, y normalmente provocan, graves alteraciones que afectarán a la calidad del sueño, al carácter, a la productividad, a la salud, en definitiva, a nuestra felicidad.
  • Para que una persona sea sana en lo psicológico, lo emocional y lo intelectual, debe disponer del tiempo preciso para conciliar el trabajo con su realización personal y la dedicación a su familia.
  • Regla de oro de los tres ochos: ocho horas para dormir, ocho horas para trabajar y ocho horas para actividades varias.
  • La «regla del veintiuno», cuando reiteramos, con voluntad de asumir, veintiuna veces seguidas una acción, ésta se incorpora a nuestros hábitos.
  • Los horarios más flexibles harán que los hijos no se vean obligados a tener la misma jornada que sus padres.
  • Nuevos hábitos: fuerte desayuno entre 7 y 8.30; almuerzo ligero entre 12.30 y 14h; cena suficiente entre 19h y 20.30; acostarse entre 22.30 y 24h.
  • Hay que sensibilizar a la ciudadanía para que entienda que no se puede salir a la carretera sin haber dormido lo suficiente, sin estar descansado.
  • Hacer compatible una siesta light recuperadora de 10 a 20 minutos con el ritmo de la sociedad del siglo XXI.
  • Cela fue un devoto practicante de la siesta, a la que llamaba «el yoga ibérico», y de la que decía que debía ser «de Padrenuestro, pijama y orinal» y durar hora y media.
  • La siesta es fruto de nuestro reloj biológico y está dirigidad a limitar el «bajón» de energía que sufre nuestro organismo entre la una y las cuatro de la tarde.
  • Las empresas deben estudiar la posibilidad de habilitar estancias para dormitar.
  • Pedro Duque: «Los momentos en los que se puede contactar con alguien de España son muy complicados y no se acierta fácilmente. Cuando se trata de elegir desde un organismo internacional o desde una gran empresa que tiene subcontratistas en diferentes sitios quiénes van a ser las personas con las que van a coordinar un trabajo de alta eficiencia y rendimiento, se tiene a no elegir a empresas u organismo españoles, puesto que se sabe que la coordinación va a ser complicada».
  • Es necesario replantearse si la hora de España tiene que seguir siendo la de Berlín o si debería ser la de Londres.
  • Es preciso un cambio de mentalidad, una nueva pedagogía orientada más a premiar el trabajo efectivo, bien hecho y terminado a tiempo que la presencia.
  • Estar nueve o diez horas en el puesto de trabajo no ha de ser ya motivo de orgullo y distinción, debería desaprobarse a quien así lo hace porque define a alguien que no sabe valorar su tiempo, que no sabe aprovecharlo, que es más lento que los demás, que es menos eficaz, que resulta más gravoso para la empresa.
  • Es imprescindible no convocar una reunión sin tener muy claros sus objetivos, sin prever su duración, sin remitir la convocatoria y sin preparala adecuadamente.
  • En España, las mujeres trabajan diariamente 56 minutos más que los hombres.
  • La mujer debe dejar de ser la gran perjudicada por nuestros horarios.
  • El mercado laboral, tal y como está configurado, hace prácticamente imposible, con los horarios actuales, la vida de relación familiar y la conciliación de la vida social y privada, sobre todo en las grandes ciudades.
  • España tiene el índice de siniestralidad laboral más alto de la Unión Europea. En 2004 se registraron 7,7 muertos por cada 100k trabajadores ocupados, frente a los 4,9 de media en la Unión Europea.
  • Dormir poco tiempo aumenta la posibilidad de sufrir accidentes, tanto en el hogar como en el lugar de trabajo y en el trayecto de ida y vuelta.
  • Debe fomentarse el uso del transporte público.
  • La conciliación de horarios ha de impregnar toda la cultura de la empresa y ser considerada como un factor estratégico.
  • Hay que plantear la conveniencia de acortar las vacaciones para reducir el fracaso escolar.
  • Hay que reducir la excesiva carga, el tiempo excesivo, que soportan los abuelos en la nueva sociedad, aligerarlos de responsabilidades en el cuidado de los nietos y en la realización de las tareas domésticas, demasiado a menudo a cargo de la abuela.
  • La «generación de la llave», la de chavales que desde los nueve o diez años, o incluso antes, cuando llegan a casa al término de su jornada escolar no tienen a nadie que les espere, y ellos mismos deben abrir la puerta de la vivienda.
  • La jornada laboral no debería terminar más tarde de las seis.
  • Se deberían adelantar los programas nocturnos de radio y televisión, espectáculos de todo tipo, cenas en casa y en los restaurantes, etc …
  • Horacio: «Sólo es feliz aquel que cada día puede en calma decir: hoy he vivido».
  • Se deberían dotar de libertad de horarios al comercio en general y a los centros comerciales para poder hacer frente a las necesidades de los consumidores.
  • Ha surgido el movimiento Slow, «lentitud», para hacer las cosas mejor, sin agobios, sin prisas.

Enlaces relacionados:

Interesante libro sobre los problemas de horarios que tenemos en nuestro país, de lectura fácil va desgranando los múltiples elementos que acaban haciendo que durmamos casi una hora menos que el resto: comidas, curro, television, etc…

raul

8 respuestas to “Tiempo al tiempo de Ignacio Buqueras y Bach – Apuntes Breves”

  1. Hola Genios ! el movimiento slow fue creado hace mucho tiempo pero si ahora kereis reinventarlo, darle nombre y reconocimiento aki teneis mi voto favorable……!!!!Enhorabuena a tooooooooooos !

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  2. Obrero español said

    Leo mucho las palabras trabajo, producir, trabajo, empresa… y 4 cosas sueltas más sin demasiada relevancia o muy generales. Concretamente las cosas que no citan fuentes, como por ejemplo: ‘se calcula que perdemos 3 horas diarias’, ¿eso quién lo dice y a quién se refiere? Y sobre todo, ¿por qué lo dice y qué significa para ese alguien ‘perder’? A fin de cuentas si a la gente le da la gana estar cansada será problema suyo, ¿no? Tampoco nos ha ido ni va tan mal así, coyunturas aparte. Pese a que coincido en parte con las formas, me da que en el fondo esto no es más que liberalismo puro y duro (del económico, claro, no se vayan ustedes a tomar confianzas), metido con calzador… ¿o acaso darían cancha muchos de los mass-media a este tipo de propuestas de no ser así? Nada, a darlo todo por la empresa, que luego ella te dará por…
    Agradecería respuestas, un saludo.

    PD: por cada frase de Horacio o Cela (que ya ves), se pueden citar 50 en sentido contrario de personas tan acreditadas o más que estas. Es lo malo de las citas…

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  3. Obrero español said

    PPD: ¿alguien se cree que los patronos -la inmensa mayoría al menos- estarían dispuestos a reducir la jornada manteniendo el mismo salario? No sé si estos ideólogos han trabajado alguna vez por contrato temporal basura, o descargando camiones, o en una cadena de producción… A lo mejor sí va a resultar que no vivimos en el mismo país… si vivimos en el mismo, que ya lo dudo mucho, a lo mejor (opinión personal), habría que cambiar unas cuantas cosas antes que el horario para ser más ‘productivos’ en nuestros quehaceres (laborales y no, claaaro…).

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  6. Imnaculada said

    llevo años tratando de conseguir el libro, pero no hay forma. Me dicen que está descatalogado.

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