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El segundo que cambió mi vida de Mayte Sarroca García

Posted by Raul Barral Tamayo en martes, 23 de abril, 2024


Escribir estas palabras sobre mi querida madrina, sobre mi Marité (a mi siempre me sale llamarla así, aunque la mayoría de la gente la llame Mayte), me ha resultado tremendamente difícil. Hay tanto que me gustaría contar … Significa tanto para mí que me he descubierto empezando una y mil veces. No sé siquiera si todavía estoy a tiempo y si estas líneas van a poder utilizarse, así que las hago con la intención de no releer, de escribir lo que me sale del corazón y enviarlo ya.

Marité es responsable de mucho de lo que soy y quiero ser. No solo es la madrina que me ha cuidado, mimado y querido desde que era un bebé. Marité para mí es un ejemplo de verdad, es sinónimo de fuerza, tesón, alegría, bondad, temperamento …

Es una de esas personas que deberían recetarse porque sé que nunca me faltará ni me fallará a lo largo de toda mi vida. Un ser incapaz de hacerme sentir triste, un oasis de esperanza, porque el amor que desprende (y del que yo soy afortunada beneficiaria) es tan real, tan palpable, que teniendo en tu vida a una persona así sería un pecado no aprovecharla y no aferrarte, como ella, a las ganas de vivir, de luchar y de buscar la parte buena, divertida y esencial de la vida y del mundo que vivimos.

Pero es que no podía ser de otra manera. Marité es fruto de dos de las personas más especiales que he tenido la suerte de tener en mi vida. Es una mezcla perfecta: mi tío Ángel, ejemplo de fuerza, sacrificio y ganas de vivir, y mi tía Gloria, la persona más bondadosa que te puedas imaginar. Por esto, Marité, tenías que salir así.

Por eso, el horrible día del accidente, cuando me llamaron, me volvió a recorrer ese escalofrío seco que, desgraciadamente, se ha repetido en demasiadas ocasiones debido a la cantidad de accidentes trágicos que en mi familia hemos tenido que vivir. Pero aunque las noticias que me llegaban eran lo peor, hubo un momento en el que, a pesar de lo que me estaban diciendo, yo sabía que esta vez no, que esta vez el escalofrío no significaba que estuviera todo perdido.

Yo sabía que, si alguien podía, era Marité. Sabía que ella podría porque le quedaba tanto por dar y recibir, y a tantos a los que cuidarnos con su risa, que no solo saldría adelante, sino que se convertiría en ejemplo y tabla de salvación para muchísimas personas.

Cuando fuimos con Román a verla a la clínica, era tal cual la esperaba: un saquito de huesos, pero con la sonrisa tan grande y la mirada tan alegre que fue una lección para todos.

La idea de este libro me parece de las cosas más acertadas que alguien haya podido pensar, porque yo, que he contado con ella desde que nací, sé el poder de la curación y la capacidad de contagiar la risa y la alegría que tiene Marité.

Ideas principales:

  • En todos los ámbitos hay personas de gran corazón y personas de mala condición. Y suele ocurrir más tratándose de religión o política.
  • Mark Twain: «He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien que hacer un viaje con él».
  • Siempre hay que hacer las cosas cuando se puede.
  • Despertar de un coma no es como se nos pinta en las películas.
  • Christopher Reeve: «Cuando eliges la esperanza, todo es posible».
  • No sabemos lo que somos capaces de resistir cada persona.
  • He tenido que aprender y sigo haciéndolo, día a día, a vivir con mis secuelas y mis limitaciones.

Algunas de las cosillas que aprendí leyendo este libro que no tienen porque ser ni ciertas ni falsas ni todo lo contrario:

  • Ese 17 de mayo de 2010 mi hija Claudia cumplía 17 años. Su regalo iba a ser una mañana de compras, porque otras circunstancias habían hecho que se ganara escapar de los estudios y disfrutar con las pequeñas cosas.
  • William Shakespeare: «Dad palabra al dolor: el dolor que no habla gime en el corazón hasta que lo rompe».
  • Mientras que a unas familias parece sonreírles la suerte, el infortunio parece querer cebarse con otras.
  • Mi abuela fue muy querida en todos los trabajos que realizó por su discreción y respeto hacia todos sus compañeros.
  • En todos los ámbitos hay personas de gran corazón y personas de mala condición. Y suele ocurrir más tratándose de religión o política.
  • Mi hermano siempre dijo «A los amigos hay que saber elegirlos».
  • Tomás Rodaja, personaje de la novela de Miguel de Cervantes, El Licenciado Vidriera: «Lo que solíades preguntarme en las plazas, preguntádmelo ahora en mi casa, y veréis que el que os responda bien, según dicen, de improviso, os responderá mejor de pensado».
  • Al principio pensaba que me resultaría un poco agobiante ponerme a trabajar y estudiar de noche,  aunque, en realidad, este curso resultó una experiencia fantástica, pues pude comprobar por mí misma que, si te organizas bien, el tiempo cunde más y puedes ocuparte en un montón de actividades diarias.
  • Yo pienso que cuando aprobamos el carné de conducir quiere decir que somos aptos, por supuesto, pero se aprende realmente con la experiencia de la conducción.
  • Mark Twain: «He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien que hacer un viaje con él».
  • Después del accidente que sufrí, me doy cuenta de que siempre hay que hacer las cosas cuando se puede, ya que en este momento, mientras escribo estas líneas, me veo incapaz de realizar largos viajes y de dar largas caminatas.
  • Nolan Bushnell, emprendedor: «El ingrediente más importante es levantarte y hacer algo. No mañana. No la siguiente semana, sino hoy».
  • Ciertos fallos neurológicos impiden que funcione con corrección mi memoria inmediata, me resulta imposible memorizar todo lo que aprendo de nuevo.
  • Considero que la educación de los hijos es una de las tareas más complicadas e importantes a la que deben enfrentarse los padres.
  • En las reuniones de los padres con los representantes del centro, se debaten los temas que exponen ambas partes y siempre se busca la mejor solución sin necesidad de enfrentamientos.
  • Cualquier actividad deportiva, si quiere practicarse de una manera continuada, supone muchos años de esfuerzo y sacrificio.
  • DGT: Campaña de la Operación Verano 2010: «En un segundo te cambia la vida y nada vuelve a ser igual».
  • Yo confío mucho en la juventud y creo que siempre hay que permitir que los jóvenes nos demuestren sus capacidades en varios ámbitos de la vida.
  • Enfrentarse habitualmente con casos de pacientes jóvenes, o no, que han sufrido un accidente no es fácil. Es imprescindible hacerse una coraza, mantenerse al margen de sentimientos e intentar trabajar de la forma más objetiva y científica posible. Para ellos nos forman y educan durante años. Todos los sanitarios, en general, vemos desgracias, no hay duda, pero un accidente, a mi juicio, es la más impactante de todas.
  • Tenemos que mirar a los ojos. Sí: a casi todos los pacientes de este tipo los miramos repetidamente, casi enfermizamente, a los ojos. Cosas objetivas y frías como el tamaño de las pupilas, reactividad ante estímulos o la presencia de otro tipo de reflejos nos dan una valiosísima información de la situación neurológica de un paciente.
  • Puestas a disposición del paciente las medidas iniciales, debemos mantener una actitud prudente, pero siempre vigilante. Entra en juego el «según arte», tan poco apreciado en la medicina actual. Desgraciada o afortunadamente, este campo de la medicina interesa poco a las multinacionales: debe dar poco dinero. Existen escasas evidencias de la forma más adecuada de actuar. Ello permite una cierta variabilidad entre profesionales. De la forma que sea, los pacientes progresan, para mal o para bien. Si empeoran, es más fácil de apreciar. Los cambios son más sutiles siempre hacia la mejoría, menos evidentes para el profesional y, especialmente, para la familia.
  • Hay que sincero. Si las noticias no son buenas, aunque te pida el cuerpo darles un respiro, hay que ser sincero, por mucho que duela. Y además hay que ser cercano, pero en ningún caso empatizar hasta el punto de dejarse llevar por la emoción. Hay que contenerse y, luego, apartado, ya puedo uno desahogarse. Del mismo modo, una noticia alegre, aunque se permita uno alguna licencia, debe ser comunicada con prudencia.
  • Un evento que transcurre en segundos y que nosotros compartimos 15 o 20 días con el paciente y familiares, es para muchos de ellos un punto de inflexión en la vida. Nunca lo olvidarán.
  • Despertar de un coma no es como se nos pinta en las películas, que de pronto abres los ojos y te pones a hablar y a moverte como si nada hubiera pasado. No, no es así. Es algo paulatino, muy lento, donde no se sabe cómo se va a evolucionar. Donde los médicos no saben los daños neurológicos que puede haber, donde no saber si andará, si hablará, si razonará; en definitiva, qué funciones cerebrales tendrá dañadas. Nadie se moja. Hay que esperar … Hay que ver la evolución …
  • La familia no se elige. Los amigos sí. Pero muchas veces los amigos pasan a ser familia.
  • Dicho: «Hay que ocupar más tiempo con una ocupación que con una preocupación».
  • Cicerón: «El médico competente, antes de dar una medicina a su paciente, se familiariza no solo con la enfermedad que desea curar, sino también con los hábitos y la constitución del enfermo».
  • Buda Gautama: «En la confrontación entre el arroyo y la roca, el arroyo siempre ganará, no por la fuerza, sino por la persistencia».
  • Imposible es lo que no se intenta.
  • Karen Buxen (Isak Dinesen): «La cura para todo es siempre agua salada: el sudor, las lágrimas o el mar».
  • Christopher Reeve: «Cuando eliges la esperanza, todo es posible».
  • Siempre queremos estar delgados, pero cuando hemos adelgazado demasiado por alguna causa ajena a nuestra voluntad nos cuesta más tiempo recuperar los kilos.
  • Confucio: «Escucho y olvido. Veo y recuerdo. Hago y entiendo».
  • Para que no resulte una pesadez tener que acudir obligatoriamente a algún lugar para realizar un gran esfuerzo, aunque sea algo muy beneficioso, es mejor tomarlo como una actividad que hemos elegido voluntariamente.
  • Proverbio ruso: «Caer está permitido. ¡Levantarse es obligatorio!».
  • También me sucedía que no podía contener la risa en algunos momentos muy tristes y delicados, lo que yo pienso que era una confusión, porque, en lugar de llorar, reía sin poderlo controlar. Al poco tiempo, me sucedió lo contrario y tampoco dependía del tema que tratáramos en ese momento: sin ningún motivo aparente aparecía mi llanto.
  • Lo que ahora me preocupa es por qué reía si mi sentimiento era de dolor.
  • Aunque aparentemente se me vea igual que siempre, lamentablemente, solo es la fachada, porque la realidad es otra.
  • Pienso que nunca se pierde el tiempo, sino que se ocupa el tiempo.
  • No sabemos lo que somos capaces de resistir cada persona, hasta que pasamos por ello. Nos hacemos increíblemente fuertes para salir adelante. Y pasamos cada uno nuestros malos momentos.
  • CADIS (Confederación de Asociaciones de Discapacitados) nos enseña a entender que los discapacitados somos personas con distintas capacidades; así, cada persona tiene distintas discapacidades a lo largo de su vida, y por ello invito a cada lector de este libro que intente informarse y aprender las curiosidades del mundo de la discapacidad, porque en la mayoría de los casos no tenemos una completa información hasta que no pasamos por ello o tenemos alguna persona discapacitada muy cercana.
  • Siempre digo que, hasta el día que nos llega la muerte, podemos aprender algo nuevo.
  • Me gusta rodearme de gente joven y escucharlos. Les falta la experiencia, pero tienen la espontaneidad que los más adultos hemos perdido. El sentido del ridículo no deberíamos conocerlo a lo largo de nuestra vida.
  • Si hubiera caído en el victimismo, me hubiera perjudicado a mí misma. Si mi familia me hubiera sobreprotegido, también me hubiera perjudicado, tanto en mi rehabilitación física como neurológica.
  • He tenido que aprender y sigo haciéndolo, día a día, a vivir con mis secuelas y mis limitaciones.
  • Ante un suceso de estas características, en un principio, se desconoce hasta qué punto somos capaces de superarnos, pero lo vamos descubriendo cada día con nuestros resultados.
  • A lo largo de la vida tenemos que aprender a morir. Por eso hay que vivir y dejar vivir.
  • Mayte reúne todas las características de las personalidades resistentes al estrés postraumático:
    • Una sana autoestima.
    • El apoyo indiscutible de su familia y de su entorno social.
    • Una activa participación e implicación personal en un sinfín de proyectos, familiares, profesionales, de voluntariado, etc.
    • Lejos de huir de las dificultades, las afronta con actitud de aprender y crecer como ser humano.

¿Has leído este libro? ¿Algún libro parecido? ¿Tienes alguna cosa que decir sobre lo que expone este libro? ¿Recomiendas algún libro relacionado a este? Estaré encantado de leer lo que piensas sobre este libro en los comentarios.

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