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Usted puede sanar su vida de Louise L. Hay – Apuntes Breves

Posted by Raul Barral Tamayo en jueves, 31 de agosto, 2017


Traducción de Marta I. Guastavino
Editorial: Círculo de Lectores.

La solución a los problemas está en el interior de cada uno. A partir de esta premisa, Usted puede sanar su vida se revela rápidamente como un libro imprescindible para hallar en nuestro interior la causa y el origen de cualquier problema, ya sea físico o psíquico, al tiempo que muestra el camino que nos ayudará a superarlos y a hacer mucho más satisfactoria nuestra relación con nosotros mismos y con nuestro entorno.

Algunas de las cosillas que aprendí leyendo este libro que no tienen porque ser ni ciertas ni falsas ni todo lo contrario:

  • Algunas de mis ideas:
    • Somos responsables en un 100% de todas nuestras experiencias.
    • Todo lo que pensamos va creando nuestro futuro.
    • El momento del poder es siempre el presente.
    • Todos sufrimos de odio hacia nosotros mismos y de culpa.
    • En nuestros peores momentos, pensamos: «Yo no sirvo …».
    • No es más que una idea, y una idea se puede cambiar.
    • El resentimiento, la crítica y la culpa son las reacciones más dañinas.
    • Liberar el resentimiento llega incluso a disolver al cáncer.
    • Cuando nos amamos realmente a nosotros mismos, todos nos funciona en la vida.
    • Debemos dejar en paz el pasado y perdonar a todos.
    • Debemos estar dispuestos a empezar a amarnos.
    • Aprobarse y aceptarse a sí mismo en el ahora es la clave para hacer cambios positivos.
    • Somos nosotros los creadores de todo lo que llamamos «enfermedad» en nuestro cuerpo.
  • Lo que pensamos de nosotros mismos llega ser verdad para nosotros.
  • Cada uno de nosotros crea sus experiencias con lo que piensa y lo que siente.
  • Cuando somos muy pequeños aprendemos a sentirnos con nosotros mismos y con la vida según las reacciones de los adultos que nos rodean.
  • Yo no echaría la culpa a nuestros padres. Somos todos víctimas de víctimas, y ellos no podían de ninguna manera enseñarnos algo que no sabían. Las personas que le hicieron a usted «todo aquello» estaban tan asustadas y temerosas como usted.
  • Cada uno de nosotros decide encarnarse en este planeta en un determinado punto del tiempo y del espacio. Hemos escogido venir aquí para aprender una lección determinada que nos hará avanzar por el sendero de nuestra evolución espiritual.
  • Lo que importa en este momento es lo que usted decida pensar y decir ahora mismo, porque esas ideas y esas palabras han de crear su futuro.
  • Si no tenemos la idea, no tendremos tampoco el sentimiento. Y las ideas se pueden cambiar.
  • Cuanto más culpa y más odio hacia nosotros mismos albergamos, peor funciona nuestra vida.
  • Un resentimiento largamente cultivado puede carcomer el cuerpo hasta convertirse en la enfermedad que llamamos cáncer.
  • He comprobado que al perdonar y renunciar al resentimiento se puede disolver incluso el cáncer.
  • Es necesario que nos decidamos a renunciar al pasado y a perdonar, incluso a nosotros mismos.
  • Cada vez que enfermamos, debemos buscar en nuestro corazón qué es lo que necesitamos perdonar.
  • La persona a quien más difícil se nos hace perdonar es aquella misma de quien más necesitamos liberarnos. No es necesario que sepamos cómo perdonar; lo único que hace falta es que estemos dispuestos a hacerlo, que de los cómos ya se encargará el Universo.
  • He comprobado que cuando realmente nos amamos, es decir, cuando nos aceptamos y aprobamos exactamente tal como somos, todo funciona bien en la vida.
  • El amor a nosotros mismos comienza por no criticarnos jamás por nada. La crítica nos inmoviliza en la pauta misma que estamos intentando cambiar.
  • Algunas preguntas básicas:
    • ¿Qué está sucediendo en su vida?
    • ¿Cómo anda de salud?
    • ¿Cómo se gana la vida?
    • ¿Le gusta su trabajo?
    • ¿Cómo van sus finanzas?
    • ¿Cómo es su vida amorosa?
    • ¿Cómo terminó su última relación?
    • Y la anterior a esa, ¿cómo terminó?
    • Hábleme brevemente de su niñez.
  • Creo que «debería» es una de las palabras más dañinas de nuestro lenguaje. Cada vez que la usamos estamos, de hecho, hablando de una «equivocación». Decimos que estamos equivocados, o que lo estuvimos o que lo estaremos. A mí me gustaría hacer desaparecer para siempre de nuestro vocabulario la palabra «debería», y reemplazarla por «podría».
  • Yo creo que la vida es realmente muy simple. Lo que recibimos del exterior es lo que antes enviamos. El Universo apoya totalmente cada idea que decidimos pensar y creer.
  • El amor es la cura milagrosa: si nos amamos, aparecen los milagros en nuestra vida.
  • Cuando ya somos mayores, aprendemos a vivir sin amor, pero los bebés no son capaces de resistirlo.
  • Me niego a concentrarme en el exceso de peso y en las dietas, porque las dietas no funcionan. La única dieta que da resultado es mental: privarse de pensamientos negativos.
  • Todos empezamos a cambiar en el momento, el lugar y el orden adecuados para nosotros.
  • Echar la culpa alguien es una de las maneras más seguras de seguir con un problema.
  • Cada vez que culpamos a alguien, dejamos de hacernos responsables de nosotros mismos.
  • Si les exige la perfección, también se la exigirá a sí mismo, y será durante toda su vida un desdichado.
  • Yo estoy de acuerdo con la teoría de que elegimos a nuestros padres. Las lecciones que aprendemos suelen armonizar perfectamente con las «debilidades» de los padres que tenemos.
  • Todos estamos aquí para trascender nuestras primeras limitaciones, sean éstas las que fueren. Estamos aquí para reconocer nuestra propia magnificiencia y nuestra divinidad, no importa lo que ellos nos hayan dicho.
  • La mayoría decidimos pensar las mismas cosas que solían pensar nuestros padres, pero no es necesario que sigamos haciéndolo.
  • Generalmente, lo que creeemos no es otra cosa que la opinión de alguien más, que nosotros hemos incorporado a nuestro sistema de creencias.
  • Si queremos una vida jubilosa, debemos tener pensamientos jubilosos
  • Tan pronto como descubres cuáles son las comida que te hacen daño, las evitas. Lo mismo tienes que hacer con los pensamientos.
  • Cuando la necesidad de cambiar algo aparezca en su vida, esté dispuesto a permitir que ese cambio suceda. Tome conciencia de que allí donde usted no quiere cambiar, es, exactamente, donde más necesita cambiar.
  • Mi teoría sobre la nutrición es simple. Si crece, cómalo. Si no crece, no lo coma.
  • Mirarse directamente a los ojos y expresar algo positivo sobre uno mismo es, en mi opinión, la manera más rápida de obtener resultados con las afirmaciones.
  • La impaciencia no es más que otra forma de resistencia: es la resistencia a aprender y a cambiar. Cuando exigimos que todo se haga ahora mismo, que se complete de inmediato, no nos estamos dando el tiempo necesario para aprender la lección implícita en el problema que nos hemos creado.
  • Casi toda nuestra programación, tanto negativa como positiva, es algo que aceptamos en la época en que teníamos tres años. A partir de entonces, nuestras experiencias se basan en lo que en aquel momento aceptábamos y creíamos de nosotros mismos y de la vida.
  • Si nos negamos a vivir plenamente el momento presente, sólo nos hacemos daño a nosotros mismos.
  • Perdonarnos y perdonar a los demás es algo que nos libera del pasado.
  • Hay tanto amor en su corazón que con él podría curar a todo el planeta.
  • Aquello en que se fija la atención es lo que crece y se consolida.
  • Aprenda a usar afirmaciones positivas tanto al hablar como al pensar.
  • Formule siempre sus enunciados en tiempo presente.
  • Amarse a sí mismo es lo que hace que uno se sienta bien.
  • Parte de la aceptación de sí mismo reside en liberarse de las opiniones ajenas.
  • No olvide decirse con frecuencia: «Estoy haciéndolo lo mejor que puedo».
  • Todos los días, concédase unos minutos para meditar en paz. Siéntese en silencio a observar su propia respiración y deje que los pensamientos pasen tranquilamente por su mente.
  • No escuche las noticias por la radio ni vea el telediario antes de acostarse.
  • Las relaciones que usted tiene con los objetos, la comida, el tiempo, el transporte y las personas son, todas, reflejos de la relación que tiene con usted mismo.
  • No podría atraer a esas personas ni tenerlas en su vida si, con su manera de ser, no fueran de algún modo el complemento de su propia vida.
  • Si tiene un hijo cuyos hábitos le irritan, le garantizo que esos hábitos son los suyos.
  • La única manera de cambiar a los demás: empezar por cambiarnos a nosotros.
  • Al expresar gratitud por lo que ya tenemos, propiciamos que aumente.
  • Cuando un niño está aprendiendo a caminar o a hablar, lo estimulamos y elogiamos por todos sus progresos, hasta por los más pequeños.
  • Que me dijeran que mi pobreza no era más que una creencia mía, una actitud de mi conciencia, me ponía furiosa, y necesité años para entender y aceptar que la única responsable de mi falta de prosperidad era yo.
  • ¡El dinero es lo que más fácil se materializa!
  • Cada persona está bajo la ley de su propia conciencia. Usted limítese a ocuparse de sus propios pensamientos. Bendiga la suerte ajena, y sepa que hay con creces para todos.
  • El cuerpo, como todo en la vida, es un espejo de nuestras ideas y creencias. Cada célula de su cuerpo responde a cada una de las cosas que usted piensa y a cada palabra que dice.
  • Las personas que se aman y, por lo tanto, aman su cuerpo son incapaces de abusar de si mismo ni de nadie más.
  • Los accidentes no son accidentales. Como todo lo demás que hay en nuestra vida, nosotros lo creamos. No se trata de que nos digamos que queremos tener un accidente, sino de que nuestros modelos mentales pueden atraer hacia nosotros un accidente.
  • Nada funciona desde afuera. La clave es la aprobación y la aceptación de uno mismo.
  • Cualquier clase de dolor es una indicación de culpa. La culpa siempre busca el castigo, y el castigo crea dolor.
  • A la cirugía le corresponde su lugar. Es buena para curar huesos rotos y remediar accidentes y para estados que ya no se pueden solucionar de otro modo.
  • La palabra incurable, tan aterradora para tantas personas, para mí significa que esa dolencia, la que fuere, no se puede curar por medios externos, y que para encontrarle curación debemos mirar hacia dentro.
  • Ahora sabía por experiencia personal que la enfermedad se puede curar si estamos dispuestos a cambiar nuestra manera de pensar, creer y actuar.
  • Una de mis creencias básicas: «Cualquier cosa que necesite saber me es revelada, y todo lo que necesito me llega de acuerdo con el correcto orden divino».

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